De importación

Mateo Marco Amorós / Nostalgia de futuro

Joaquín Marín / Fotografía

Diremos pecado y no pecador. Ni siquiera concretaremos el lugar donde ha sido la falta porque siendo pura anécdota lo sucedido ni pecador ni lugar se merecen el mínimo desdoro. Precisaremos sí el hecho; por su carácter curioso. Y es que resulta que disfrutando del largo fin de semana propiciado por el uno de mayo visitamos una bella población de nuestra comunidad en la que además de una estupenda oferta cultural y turística, de ocio y patrimonio, tiene en su carta gastronómica local una amplia gama de cervezas artesanales.

Parece que no hay población que se precie que no tenga su cerveza artesanal, regularmente bautizadas con algún nombre que alude a algún elemento o pasaje de su historia. En el lugar que nos ocupa, bajo la misma marca patrimonial, se ofertan cervezas con diversos sabores y matices. Es por lo que con la curiosidad del viajero fuimos catando algunas. No nos dio tiempo a todas porque la variedad allí es mucha. De las degustadas hemos de reconocer que no todas nos resultaron agradables al paladar. Cosa que, claro está, va de gustos. Y sobre gustos, no hay disputa. Lo dice la canción de Serrat diciendo más o menos lo que dice de mil maneras el dicho: «Sobre gustos no hay nada escrito». «Para gustos, los colores»… Así, no todas nos resultaron apetecibles, pero hay que reconocer que tanto por su calidad como por la opinión de otros catadores estas cervezas se defienden bien. Lo dicho, sobre gustos…

Centrándonos en la anécdota, que es lo que queríamos referir, resulta que en una cafetería de la población, tras consumir un tercio de esa cerveza elaborada en el mismo lugar, en la cuenta aparecía anotada como CERVEZA DE IMPORTACIÓN. No nos llamó la atención el precio, pues ya se sabe que por las leyes del mercado, por economía de escala, estas cervezas artesanales suelen costar un poco más que las cervezas con las que solemos cervecear; nos llamó la atención su catalogación como «cerveza de importación».

—¿Extranjera en su tierra? —pensamos. La factoría a tiro de piedra y… ¡De importación! Curiosidades del viajar.