Esta iniciativa se lleva a cabo en el ‘Virgen del Carmen’ y está dirigida a personas con discapacidad, con el objetivo de proporcionarles un tiempo de ocio recreativo, lúdico y compartido
Las 48 plazas de las dos primeras sesiones (24 plazas el 7 de septiembre y otras tantas el próximo sábado 21) del proyecto de ‘Ocio y Respiro Familiar’ de Torrevieja han sido cubiertas, según ha informado el concejal de Bienestar Social, Tomás Ballester, quien ha adelantado que, en la actualidad, hay «incluso lista de espera» para las próximas ediciones.
Esta iniciativa se desarrolla durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, y está dirigida a personas con discapacidad, menores y mayores de edad, cuyo objetivo principal es proporcionarles un tiempo de ocio recreativo, lúdico y compartido, en el que disfruten, aprendan y experimenten sensaciones nuevas fuera de sus rutinas diarias y que les sirva de diversión.
Asimismo, estas actividades, que cuentan con un total de cuatro monitores, un coordinador y dos trabajadoras de la concejalía de Bienestar Social, también pretenden proporcionar un respiro familiar para quienes tienen a su cargo personas con dependencia, apoyándoles en su cuidado durante unas horas al mes que les permita disfrutar de un tiempo para su desarrollo personal.
Por todo esto, el edil ha mostrado su «satisfacción» por la «gran aceptación» que está teniendo este proyecto municipal, que comenzó el pasado 7 de septiembre y que, este próximo sábado 21de septiembre, desarrollará su segunda jornada en el centro cultural ‘Virgen del Carmen’, en horario de 10 a 13 horas.
No obstante, esta actividad se repetirá nuevamente los días 5 y 19 de octubre, y 9 y 30 de noviembre, en el mismo lugar.
En concreto, el proyecto desarrolla la animación estimulativa a través de talleres así como actividades lúdicas y recreativas, que respeten y fomenten la iniciativa y los centros de interés de cada participante y del propio grupo.
El edil de Bienestar Social ha destacado que estas actividades conllevan tiempo libre para los cuidadores, que pueden dedicar a «otros temas personales, familiares o sociales». Este «respiro familiar» les ayuda a velar por el «cuidado del cuidador», como prevención a situaciones de agotamiento personal y a su repercusión física y psicológica y, por ende, en la persona dependiente.
Dentro del proyecto se desarrollan, además, dos sesiones formativas para dotar a las familias y los cuidadores de las herramientas y estrategias concretas y operativas, que les permitan ocuparse de ellas mismas durante ese tiempo de respiro enseñándolas, en definitiva, «a aprender a cuidar cuidándose».
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