El SC Torrevieja se impone 1-4 al Pinoso tras no ganar fuera desde noviembre y le desbanca de la segunda posición
El SC Torrevieja rompió en Pinoso una racha sin ganar a domicilio que duraba desde el 28 de noviembre, cuando los salineros se impusieron 0-2 al Benijófar. Y tuvo que ser en posiblemente la cancha con más solera de todas las que ha visitado el equipo salinero esta temporada. No en vano, el Perfecto Rico Mira no es únicamente el único recinto con césped natural de todos los que ha de pisar el Torrevieja esta temporada. En pasadas campañas fueron habituales los choques entre Pinoso y Torrevieja ya no sólo en preferente, una categoría por encima de la primera regional en que milita el Torrevieja, sino también en Tercera División, primera de las categorías consideradas nacionales.
Con estas atractivas premisas arrancaba el choque en la vinícola población del Medio Vinalopó, la más occidental de esta comarca, en el que también suponía el desplazamiento más largo de los programados para esta campaña.
Y pronto fue Salva quien adelantaba a los salineros, que se marchaban con 0-1 al descanso. En la reanudación, Javi Burguillos marcaba de cabeza a la salida de un córner botado por Manu Amores. “Burgui” lo celebró con una amplia e incrédula sonrisa en una piña con sus compañeros, ya que sus botas suelen galvanizar el juego del Torrevieja, pero casi siempre a ras de césped, con lo que mojar tras remate cabecero sorprendió a extraños y al propio cerebro salinero. Pero el 0-2 no correspondió con la anhelada tranquilidad, ya que Sergio Cuesta largó un verdadero zambombazo desde fuera del área que devolvía la ilusión a los locales.
Fue un espejismo porque Kevin replicó, también de fuera del área, con un disparo menos espectacular pero igual de efectivo que fue progresando entre una nube de jugadores locales y visitantes hasta situar otra vez la calma para los futbolistas que entrena Jesús Santander. Con el 1-3 se vivieron algunas fricciones entre ambos equipos en los balones divididos. Se notaba que el Pinoso había aguardado la visita del Torrevieja para soñar con la segunda posición. Además, se les notaba perfectamente adaptados al “tempo” del césped natural, una superficie que puede ser más irregular que el césped sintético, pero cuyo bote permite algo más de tiempo para levantar la cabeza y pensar. Pero los salineros respondieron con autoridad y Gonzalo dispuso de una pena máxima para redondear la contienda. La había forzado Lukitas en una de sus incursiones por la banda siempre difíciles de sujetar.
Los salineros festejaron la victoria con un aplauso a los seguidores torrevejenses desplazados, y se notó que se habían quitado un peso de encima: el de volver a la senda de las victorias, en especial fuera de casa, donde una sucesión de empates y derrotas, en los que el triunfo salinero nunca estuvo lejos pero no llegó a materializarse, habían lastrado las opciones torrevejenses de alzarse con el campeonato final.
Tras el descanso por la Pascua, el Torrevieja recibirá precisamente en casa al Benijófar, el último rival, como apuntábamos al comienzo, cuyo feudo había expoliado el club salinero antes de conquistar en Pinoso una importante victoria tanto para la moral como para la clasificación. No en vano, los tres puntos permiten desbancar de la segunda plaza a los pinoseros, que ahora suman un punto menos que el Torrevieja con un partido más.
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