Los vecinos presentan esta semana un escrito en el Registro Municipal del Ayuntamiento en el que solicitan soluciones para el puente del AVE
Cuatro accidentes en apenas un año y un vecindario que vive con miedo es el balance que deja el puente sobre el AVE construido en la pedanía de Los Desamparados y que ha puesto en guerra a los vecinos de esta pedanía.
El puente, que conecta esta partida rural a ambos lados de las vías del tren, no tiene apenas arcén y los peatones tienen que extremar sus precauciones para cruzarlo. Estos hechos se agravan cuando cae la noche porque la zona carece de iluminación, lo que hace que pasar por este puente en horario nocturno se convierta en una auténtica temeridad.
Lo que preocupa a estos vecinos es que algunos niños tienen que cruzar este puente cada mañana para acudir al colegio y los padres son conscientes del riesgo que esto entraña.
Una treintena de vecinos de Los Desamparados se reunió ayer por la tarde para abordar esta problemática y acordó presentar esta semana un escrito en el Registro Municipal del Ayuntamiento en el que solicitarán al consistorio que tome medidas para solventar esta situación. A esta asamblea vecinal estaba invitado el concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, quien finalmente no acudió alegando asuntos personales.
Uno de los vecinos cuya casa está a escasos metros de la bajada del puente denuncia que en unos meses ha vivido como una bicicleta se estampaba contra su vivienda, produciéndole al ciclista una brecha de doce puntos de sutura, y un coche quedaba empotrado contra una viga de hormigón ubicada al lado de su casa. “Tengo miedo cuando salgo de mi casa con mi hijo”, confiesa este hombre que ha solicitado al pedáneo de esta partida rural que se señalice mejor el tramo del puente y se pongan badenes en la subida y bajada del mismo para evitar que los vehículos pasen a gran velocidad cuando esta está limitada a 40 kilómetros por hora.
Un barrio a oscuras
La falta de iluminación en el barrio es un problema que se remonta 20 años atrás. Los vecinos vienen pidiendo más de dos décadas al Ayuntamiento que ponga pero sus peticiones nunca se han visto atendidas, al menos con hechos.
“Siempre lo hemos pedido pero ahora con el puente el peligro es doble si estamos a oscuras y por eso lo pedimos con más fuerza”, cuenta Encarni, vecina del barrio que ha vivido como primero su madre y ahora ella reclaman este servicio.
Una acequia peligrosa
Asimismo, los vecinos exigen que se cubra una acequia que se encuentra a escasos metros de la zona urbana y que está totalmente destapada con el peligro que eso supone para cualquier menor que transite por la zona. Esta es una reivindicación antigua, puesto que la zanja se construyó en 1999.
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