Son, junto con los neumáticos, la pieza clave del agarre o adherencia en el coche
Hay piezas y elementos en un vehículo que están sometidas a un desgaste y una obsolescencia a las que no prestamos la atención suficiente. Este es el caso de los amortiguadores, pieza clave en la seguridad de tu coche.
¿Por qué son tan importantes los amortiguadores en la seguridad de conducción?
Los amortiguadores, junto con los neumáticos, son las piezas clave del agarre o adherencia el coche. Cuando los amortiguadores están mal y pierden su plenitud de cualidades, toda la estabilidad del coche durante la marcha se ve comprometida.
Así mismo, el amortiguador es la pieza fundamental a través de la cual el vehículo se adapta a su carga, procurando, no solo confort, sino la integridad de todo el diseño y haciendo que tu coche circule en condiciones óptimas en todo momento.
Es el elemento básico para absorber las irregularidades del terreno, lo que unido a las propiedades que venimos exponiendo, afectará a la seguridad, agarre en curvas y, sobre todo, a la frenada, perdiendo en esta estabilidad y aumentando la distancia.
Cuando los amortiguadores están gastados se descompensan y provocan imprecisiones en la dirección del coche, así como un desgaste irregular de los neumáticos que refuerza la inestabilidad y el gasto de combustible.
Todo diseño de un automóvil está pensado aerodinámicamente y se utiliza en ellos el efecto suelo, de igual manera que si se tratase de un fórmula 1, lo cual se evidencia más en vehículos de alta gama y deportivos como los de BMW, pero que puedes observar en cualquier coche. Los amortiguadores se encargan de regular la altura al suelo y unos amortiguadores gastados dejarán tu coche pegado a él.
¿Cómo puedes detectar el grado de desgaste de tus amortiguadores?
En primer lugar debes considerar que la vida útil de un amortiguador se cifra en 4 años o 60.000 Km. A partir de ese momento es conveniente que hagas revisiones periódicas de los mismos.
Partiendo de este dato, algunas cosas que puedes hacer para darte una idea de su estado sin pasar por el taller son las siguientes.
Comprobación por presión
Con el coche parado y para comprobar el cambio de los amortiguadores delanteros, ejerce una presión sobre el capó y repite la operación en el eje trasero. Si el coche baja presentando cierta dureza, que dependerá del tipo de automóvil, y luego regresa a su altura normal en un proceso breve, suave y progresivo, tus amortiguadores siguen estando en perfecto estado.
Otros medios
Si notas que el coche pierde agarre, frena menos o te resulta más difícil trazar las curvas y tus neumáticos están en perfectas condiciones, deberías pensar que el responsable es el amortiguador.
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