Marcelo junto a su mujer en la clínica de Benijófar / D.V.
El condenado confesó que la agredió hasta matarla y luego se deshizo del cadáver, que nunca apareció
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, desplazada en Elche, ha condenado a 10 años de prisión a Marcelo Gurruchaga, el veterinario que mató a su mujer en la clínica de la que era propietario en Benijofar. La Sala le considera autor de un delito de homicidio, con la agravante de parentesco y la atenuante de dilaciones, después de que un Jurado Popular emitiera un veredicto de culpabilidad.
Durante el juicio, el condenado confesó que le proporcionó anestésicos a su mujer, que la agredió hasta matarla, y que luego se deshizo del cadáver, que nunca apareció. Tras la lectura del veredicto, el Ministerio Fiscal solicitó una pena de 10 años por un delito de homicidio, petición a la que se adhirieron la acusación y la defensa.
Los hechos sucedieron en marzo de 2013 en Benijofar, cuando el hombre y su esposa, de 46 años y trabajadora de la clínica, se quedaron a dormir en el centro veterinario. Durante la noche el condenado la drogó y la agredió con objetos desconocidos en el quirófano del centro, hasta que la mujer murió. Posteriormente, cargó el cadáver en el maletero de su coche y lo ocultó en un lugar desconocido.
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