Cáritas y otras organizaciones católicas alertaron desde la Glorieta Gabriél Miró de que tener un empleo no es sinónimo de salir de la pobreza
Concentración en la Glorieta Gabriél Miró
La Glorieta Gabriél Miró acogió ayer una concentración con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Digno. Fue convocada por Cáritas Orihuela con el objetivo de poner de manifiesto la necesidad permanente en la actualidad de una lucha por un trabajo decente ante «situaciones y condiciones laborales indignas que vemos todos los días, como son la explotación infantil, el trabajo precario o el paro, situaciones de trabajo cercanas a la esclavitud», destaca la entidad a través de un comunicado.
En este acto de concentración se produjeron las intervenciones de Ana María Lucas Tomás, Directora de la Casa de la Caridad de Cáritas Interparroquial Orihuela, y de Manuel Gallud Gilabert, representante de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) en Orihuela.
En ambas intervenciones quiso recalcarse la importancia de incluir el trabajo para todos y la necesidad de unas condiciones dignas en la agenda de los políticos y las empresas.
Durante el encuentro, en el que participaron organizaciones de la Iglesia Católica como Cáritas, Confederación de Religiosos, Hermandad Obrera de Acción Católica, Justicia y Paz y otras organizaciones católicas juveniles, se puso el acento en la precariedad e inestabilidad del empleo en su gran mayoría y alertaron de que muchas personas que trabajan no logran salir de la pobreza, con salarios que no permiten vivir con dignidad o cubrir las necesidades básicas.
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