Tres de cada cuatro españoles juegan a la Lotería de Navidad en compañía
Durante las próximas semanas tendrán lugar los sorteos de la Lotería de Navidad. Y aunque este año se prevé que la participación sea menor (fruto de la pandemia, la caída de las ventas colectivas y en ventanilla, etcétera), no podemos olvidar que se trata de una de las fechas más importantes del año para este tipo de premio.
Además y en plena pandemia, recibir unos ingresos extra podría salvar a muchas familias de la precariedad en la que se han visto sumidas desde que estalló la crisis de la COVID-19. Razón de más para proteger el décimo hasta la celebración del sorteo con más cuidado si cabe que otras veces.
Cómo actuar en caso de robo o pérdida del décimo
En caso de robo o pérdida del décimo, lo primero será interponer una denuncia para conservar el derecho a recibir el premio si el décimo en cuestión finalmente toca. Por supuesto esta ha de realizarse con antelación al sorteo. En caso de que el boleto esté premiado por un valor inferior a los 2.500 euros, podremos acudir a cualquier punto de venta oficial para cobrarlo, mientras que si excede esta cantidad es posible que el proceso se paralice y tengamos que acudir al juzgado. De hecho, deberemos realizar un escrito de reclamación del pago y dirigirlo a la Asesoría de Loterías y Apuestas del Estado, adjuntando la documentación correspondiente.
Para interponer la denuncia será fundamental contar con una fotografía en la que se vean todos sus datos a la perfección: número, serie, etcétera. También es posible anotarlos. Es importante conservar el justificante de pago, es decir, un documento o factura que acredite que lo hemos comprado nosotros (y no que nos lo hemos encontrado). Otra opción es fotocopiarlo, digitalizarlo o adquirirlo a través de una plataforma online.
Cómo compartir el décimo con seguridad: 3 de cada 4 lo comparten
Por otra parte, los datos indican que 3 de cada 4 españoles juegan a la Lotería de Navidad en compañía. Por suerte, existe una manera de compartir el décimo con seguridad. Basta con tomar una serie de sencillas precauciones.
Lo primero que deberemos hacer es fotocopiarlo y repartir las copias entre los jugadores. También podemos hacerle una foto y enviarla por WhatsApp, pero solo servirá de prueba si aparecen los datos del depositario y los participantes. Para conseguirlo crearemos un grupo específico para el décimo y enviaremos una captura del billete que se juega, añadiendo un mensaje explicativo con la participación de cada persona, fecha del sorteo y demás. Debería figurar, asimismo, quién se encargará de la custodia del décimo, en este caso el máximo responsable.
Los premios de Lotería son al portador, un titular que recibe su cobro completo salvo que se demuestre lo contrario. Las declaraciones por sí solas y los contratos verbales no suelen ser suficientes y tampoco estaría de más firmar el décimo y dejar constancia por escrito de que lo estamos compartiendo (con DNI, etcétera).
Otro modo seguro de compartir el décimo es recurriendo a los tradicionales talonarios de lotería nacional con sus respectivas papeletas firmadas, que se pueden adquirir en papelerías y estancos.
Cómo comprar el billete por Internet de forma segura
Más allá del billete físico, también es posible que hayamos adquirido el billete online, sobre todo en esta época (las ventas online de Lotería se han disparado desde el inicio de la pandemia). Una tendencia ante la que también hay que tomar precauciones. Prestar atención a los correos de suplantación de identidad será clave, por ejemplo. Una estafa clásica es hacerse pasar por la web en la que hemos adquirido el boleto y solicitar de nuevo los datos de la tarjeta, argumentando un fallo en el cobro o similares. También pueden pedir que descarguemos un archivo adjunto o similares.
Optar por una conexión privada (que no pública) evitará que nuestros datos -personales, bancarios, etcétera- sean interceptados con facilidad. Algo que deberíamos tener en cuenta cuando realicemos cualquier compra a través de la red. Lo mismo ocurre con los ordenadores públicos (de un locutorio o biblioteca, por ejemplo). En todo caso, mantener el nuestro correctamente actualizado y contar con un antivirus es clave.
Otro aspecto fundamental radica en revisar el protocolo de seguridad de la web. Una manera muy sencilla de hacerlo es fijarse en la url. Tras el http debería figurar también una ese, es decir, https. La presencia de un candado en la parte inferior de la ventana es otro indicativo de seguridad y de que la página emplea un certificado digital reglado que confirma su autenticidad y que los datos viajan por ella de forma cifrada.
Recurriremos a webs fiables, conocidas, que cuenten con verificaciones y opiniones de otros usuarios. Revisaremos la política de contacto, la dirección desde la que parte el producto, el importe de la compra y del envío, y el tiempo de reparto.
Comprobaremos que en el décimo figura el sello de la entidad correspondiente y el texto Fraccionamiento autorizado por Loterías y Apuestas del Estado. Optar por un sistema de pago seguro (como PayPal, por ejemplo) y recelar de las transferencias son otros comportamientos convenientes.
Un seguro contra la fuga de empleados premiados: 4 de cada 10 dejarían de trabajar
Más allá de estas precauciones, otro de los riesgos de la lotería tiene que ver precisamente con que toque a un gran número de empleados de una misma empresa, sobre todo porque hasta 4 de cada 10 españoles dejarían de trabajar si resultaran agraciados en el sorteo. Por fortuna, algunas compañías de seguros cubren al empresario en caso de que sus empleados premiados decidan marcharse tras ganar la lotería de forma masiva. Estas pólizas -no tan frecuentes en España pero sí en otros países como Inglaterra- se hacen cargo los gastos derivados de contratar a una agencia de selección de personal y también los que tienen que ver con las horas extra que se hayan tenido que abonar a los empleados que han seguido trabajando.
Este tipo de seguros, en cualquier caso, resultan de gran ayuda para sectores con mucha movilidad laboral, pues también cubren al empresario si la competencia ficha a sus mejores talentos o se produce un robo de datos e información.
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