Aprovechaban la ausencia de los inquilinos de las viviendas para ocuparlas. Los perjudicados llegaron a pagar 6.000 euros para recuperar sus inmuebles
La Policía Nacional ha detenido en Orihuela a cinco personas de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 20 y los 44 años que formaban parte de una organización criminal que se había especializado en la usurpación de bienes inmuebles para luego extorsionar a sus propietarios y conseguir así grandes beneficios.
Las primeras denuncias fueron interpuestas en la Comisaría de Policía Nacional de Orihuela a principios de este año, a partir de estas los agentes de la Policía Judicial pudieron comprobar la existencia de una organización criminal que se dedicaba, entre otros ilícitos, a la ocupación ilegal de viviendas para a continuación proceder a extorsionar a los legítimos propietarios o incluso a los vecinos de los inmuebles contiguos a los que exigían altas cantidades de dinero a cambio de su marcha.
Los arrestados buscaban pisos que estuvieran en venta o en alquiler y accedían a los mismos utilizando la fuerza. Una vez en ellos varios los miembros de la organización se turnaban para que siempre hubiera alguien en el interior. Ocupada la vivienda se ponían en contacto con el propietario para exigirle una suma de dinero en metálico con el fin de abandonar la misma. Para conseguir ese dinero no dudaban en amenazar a la víctima o a su familia o incluso llegaban a utilizar la violencia consiguiendo de esta manera que varios perjudicados les llegaran a pagar sumas que se situaban entre los 2.000 y los 6.000 euros.
El cabecilla de la organización era el encargado de negociar con los propietarios la cantidad de dinero y el cumplimiento de lo exigido para marcharse de la vivienda, precio que era más alto si el dueño deseaba recuperar la propiedad en buen estado. Para este fin dejaba colgado en la puerta de entrada de la casa un papel con su nombre y su teléfono móvil de contacto.
Los miembros de la organización hacían la vida imposible a los vecinos de los inmuebles colindantes y se comportaba de manera incívica para presionar, crear malestar y hacer mas imperiosa la necesidad de su marcha.
A pesar de la declaración de estado de alarma estas personas no habían cesado en ilícito proceder, siendo alguno de ellos sancionado administrativamente por el incumplimiento de las medidas de confinamiento adoptadas
Como pudieron comprobar los investigadores ninguno de los detenidos desarrollaba actividad laboral alguna y aún así disfrutaban de un alto nivel de vida.
Una vez completamente identificados, por parte de los agentes se desarrollo un dispositivo policial especial que consiguió la localización y la detención de los investigados y en el transcurso del cual se realizó un registro en el domicilio de los arrestados, interviniéndose dos vehículos.
Los detenidos que ya contaban con numerosos antecedentes por hechos similares en otras localidades de la geografía española, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela acusados de los presuntos delitos de extorsión, usurpación, estafa y organización criminal.
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