La DANA de 2019 desató uno de los desastres naturales más graves y costosos en la historia reciente de España
Este 12 de septiembre se cumplen cinco años de uno de los episodios más devastadores que ha sufrido la Vega Baja. Era jueves, alrededor del mediodía, cuando lo que parecía ser una lluvia más, se transformó en el inicio de una tormenta sin precedentes. La DANA de 2019 desató uno de los desastres naturales más graves y costosos en la historia reciente de España.
Durante 48 horas, la comarca de la Vega Baja se vio inundada con más de 540 litros de agua por metro cuadrado, un volumen que superó ampliamente todas las capacidades, ya que equivale a la cantidad que suele caer en dos años. En poco tiempo, viviendas, calles y zonas de cultivo quedaron anegadas, mientras los cauces de los ríos y ramblas se desbordaban, agravando aún más la situación.
Cerca de 2.700 personas tuvieron que ser desalojadas de sus hogares y lugares de trabajo, mientras las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia trabajaban a contrarreloj para poner a salvo a quienes se vieron atrapados. Pese a ello, tres personas perdieron la vida en los municipios de Redován, Dolores y en la pedanía oriolana de La Matanza.
Las consecuencias económicas de este desastre fueron igualmente dramáticas. Las primeras estimaciones cifraron los daños en 1.300 millones de euros, un golpe contundente para la comarca al que se sumaría meses después la crisis derivada de la pandemia. El agua no solo inundó viviendas y comercios, sino que destruyó amplias zonas de cultivo, maquinaria agrícola, vehículos y numerosas infraestructuras públicas y privadas. Carreteras, puentes y edificios municipales sufrieron daños estructurales que, en algunos casos, llevaron meses, e incluso años, en ser reparados y algunos de ellos, como la Residencia ORIOL, continúan esperando las obras a día de hoy.
El desastre obligó a una rápida respuesta tanto a nivel local como autonómico y nacional. Los municipios afectados comenzaron a revisar y actualizar sus planes de inundaciones, conscientes de la necesidad de estar mejor preparados para futuros eventos similares. Por su parte, la administración valenciana, bajo el liderazgo de Ximo Puig y posteriormente de Carlos Mazón, ha continuado invirtiendo en infraestructuras hídricas con el objetivo de mitigar el impacto de posibles nuevas DANAs.
Cinco años después, la Vega Baja sigue reconstruyéndose y recuperándose de aquel fatídico septiembre de 2019. Para los vecinos, el recuerdo de la DANA permanece imborrable, pero también lo hace el gran sentimiento de comunidad y familia que se formó en esos instantes dramáticos.
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