Una empresa especializada en plagas inicia un programa de cinco años para acabar con los insectos que amenazan los retablos y piezas del templo
El Santuario de Nuestra Señora de Monserrate de Orihuela, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), está librando una nueva batalla contra las termitas, y se espera que esta vez sea la definitiva. La Cofradía Virgen de Monserrate, responsable del mantenimiento del templo, ha encargado los trabajos de una empresa especializada en el combate de plagas para que lleve a cabo un programa de exterminio contra esta amenaza que pone en peligro la cubierta de madera, retablos y piezas del monasterio.
Las tareas ya se han iniciado en la parte norte del templo que es la que está especialmente afectada por las termitas dado que es la zona en la que menos da el sol y, por tanto, la más atractiva para estos insectos. El altar del Cristo de la Buena Muerte, anteriormente de la patrona de Orihuela , centra la primera parte de la intervención puesto que la madera que lo compone se ha visto afectado.
Los trabajos en el Santuario durarán cinco años, según ha explicado el biólogo experto en plagas, Óscar Casamichana, técnico de la empresa contratada. En este primer año el objetivo es acabar con las termitas a través de la implantación de más setenta cebos Sentri-Tech diseñados para eliminar y controlar la población masiva de estos insectos. “Se colocan los cebos en los elementos afectados de tal forma que las terminas acceden a las trampas y se llevan el veneno que hay en ellas a la colonia”, ha explicado Casamichana.
Para detectar la presencia de las termitas, los técnicos utilizan, además de la inspección ocultar de las partes que no se exponen de los retablos, un aparato a modo de radar que detecta los movimientos de los animales y permite determinar las rutas que emplean para desplazarse.
La primavera pasada un enjambre de termitas aladas ubicada en la parte norte del templo dio la voz de alarma a los responsables del Santuario que comprobaron que las termitas habían vuelto a Monserrate. Este es un viejo problema que arrastra este templo, datado del siglo XIV, y que ya se ha enfrentado en otras ocasiones a este problema con importantes inversiones económicas.
Este nuevo contraataque contra la plaga esperan que sea definitivo y ponga fin a la destrucción de las piezas arquitectónicas y religiosas los próximos años. Para ello la Cofradía Virgen de Monserrate invertirá 17.000 euros en este programa de exterminio ante el riesgo real de perder piezas o retablos a causa de los insectos, ha explicado el presidente de la entidad, Antonio García-Molina Riquelme. El Obispado, particulares y entidades privadas colaborarán en sufragar los trabajos.
Tras la primera fase de eliminación de estos insectos se iniciará, en los cuatros años posteriores, una segunda que consiste en el seguimiento, a través de la monitorización, para asegurarse de que no aparecen nuevas plagas y el operativo funciona.
En paralelo a esta actuación, también se va a intervenir en la cúpula del templo –compuesta por toneladas de madera- contra la carcoma. En este caso se utilizarán productos químicos para combatirla con el objetivo de que no afecte a la estructura.
Semana Santa
El presidente de la Cofradía Virgen de Monserrate ha avanzado que con motivo de la Semana Santa se llevará a cabo una adecuación en el templo para evitar que los trabajos que se están realizando pongan en riesgo las distintas tallas que durante la Semana Mayor descansan en el Santuario. Ya que pegadas al altar del Cristo de la Buena Muerte, que está en obras, se sitúan los tronos del Cristo de Zalamea.
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