La sede de CCOO cedida por el Ayuntamiento de San Miguel de Salinas “sine die” ha sido desalojada en la mañana de hoy por orden del alcalde del municipio
La Casa del Pueblo de San Miguel de Salinas ha sido uno de los tantos edificios que tras haber sido expropiados por el régimen del Dictador Francisco Franco fueron devueltos en algunos casos a los sindicatos, propietarios originales de las casas de pueblo, y en otros casos a los Municipios, como es el caso de San Miguel de Salinas en el que el edificio fue cedido a la Cámara Agraria que tras aquel proceso pasó la propiedad del edificio al mencionado municipio. Allí se ubicaron por acuerdo plenario del año 1989 las sedes de los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, estos último nunca hicieron uso del local cediéndoselo al PSOE, razón por la cual el actual alcalde, Ángel Sáez amparándose en la normativa recuperó el local para uso municipal. La situación de CCOO es diferente, ya que desde el primer momento el sindicato tiene allí su sede y despacho, un local en la primera planta de la Casa del Pueblo de unos 15 m2 en donde se desarrollaba la actividad sindical del municipio, una situación que se ha visto truncada en la mañana de hoy cuando se personaron en la puerta de la Casa del Pueblo tres agentes de la Policía Local, dos operarios municipales y un cerrajero para ejecutar la orden del Alcalde de San Miguel de Salinas, Ángel Sáez, de desalojar a los sindicalistas.
En el lugar de los hechos estaban presentes Martín Carpena y Pascual Pascual, representantes de Comisiones Obreras en la Provincia de Alicante y en la delegación del Vaix Vinalopò-Vega Baja, quienes explicaron a DIARIO DE LA VEGA que no comprenden la decisión, que se toma por parte unilateral del alcalde contraviniendo un acuerdo plenario, una decisión a la que han presentado recurso administrativo que no fue contestado y sobre la que desde ayer pesa un contencioso administrativo interpuesto por el sindicato contra la decisión del alcalde. Decisión que este último alega fue tomada tras más de un año de negociaciones, atendiendo a las indicaciones de la Secretaria del Ayuntamiento.
Sáez asegura que necesita este espacio para cumplir con los metros necesarios para acceder a las subvenciones de la Generalitat para bibliotecas, en las que se estipulan que debe tener un mínimo de 300m2, unas explicaciones que desde fuentes cercanas a CCOO han tildado de absurdas dado que la biblioteca y el despacho cedido al sindicato están separados por dos plantas del edificio.
Hoy, 78 años después del 18 de julio de 1936, los sindicatos vuelven a ser expulsados de la Casa del Pueblo de San Miguel de Salinas, aunque Sáez insiste en que su propósito es reubicar al sindicato en otro emplazamiento municipal después de estudiar y valorar todas las opciones, una salida que desde CCOO habían aceptado siempre que el realojo fuera previo al desalojo y que la nueva cesión fuera en las mismas condiciones que la anterior y también ratificada por un acuerdo plenario.
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