Carta a mi presidente Fabra

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1º Parte: La Lealtad

Víctor Bernabéu Gutierrez
Concejal del PP en Orihuela

Hoy podemos echar la vista atrás desde el día de las elecciones locales en Orihuela, y en mi partido me ha costado encontrar a personas leales a unas siglas y a personas que quieran trabajar para mi pueblo, que también es el suyo.

Señor presidente hoy me encuentro en este partido uno de los valores más miserables y cobardes que puede tener una persona: escupir en un plato que te ha dado de comer, un plato que te da la posibilidad de ayudar a los ciudadanos, un plato que se resquebraja por momentos.

En esta legislatura, señor presidente, hemos tenido que ver, callar y aguantar como personas de su partido repartieron votos a un partido que no es el suyo y tampoco el mío. Y aquí estamos defendiendo unas siglas en las que creemos.

Hemos tenido que soportar la cobardía de tres partidos que se unen para intentar amedrentar a un equipo, un equipo de personas que consiguieron casi 15.000 votos. Y aquí estamos, defendiendo los intereses de nuestros ciudadanos, que también son los suyos.

Hemos resistido los envites cobardes y miserables de estos falsos políticos que se unen para conseguir un poder que no les pertenece y mucho menos merecido. Y aquí estamos. Aquí seguimos trabajando y defendiendo las siglas de nuestro partido y defendiendo los intereses de todos los ciudadanos que creen en nosotros y también en los que no.

Estamos soportando que los cobardes y miserables continúen fabricando falsas denuncias para imputar e intentar condenar a mis compañeros. Y aquí estamos, para dar la cara y explicar todo lo que tengamos que explicar, porque el tiempo nos dará la razón, aunque seguramente será tarde.

Porque señor presidente, el Partido Popular de Orihuela no consiguió la mayoría absoluta en las anteriores elecciones locales por un puñaico de votos, esos votos que un puñaico de traidores robaron a su partido y al nuestro, para regalarlos a un equipo que no era el suyo, ni tampoco el nuestro.

Señor presidente este equipo tiene que soportar silenciosamente a estos falsos profetas, a esas personas que llegan con falsas cruces para recoger lo que no han sembrado, y por lo tanto, no les pertenece. Y sin embargo aquí estamos y estaremos por lealtad y por convencimiento de que el tiempo nos dará la razón, aunque seguramente será tarde.

Señor presidente, recuerde que un traidor pide siempre algo a cambio, sin embargo una persona leal jamás pedirá a cambio nada, trabaja en silencio con la esperanza de que alguien, de una vez por todas, dé un golpe en la mesa.

Por último, si yo fuera presidente estos personajes me duraban 5 escasos minutos, cuatro minutos y medio de escucha atenta y treinta segundos para expulsarlos del partido.

De todas maneras señor presidente, muchas gracias por mirarme a los ojos, porque me he dado cuenta de que ha entendido perfectamente todo lo que le relato. Y sin embargo, aquí estamos.

Continuará…

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