La edil que presentara su renuncia el pasado miércoles por el “clima de crispación” existente en el equipo de Gobierno ha escenificado la complicada situación en la que se queda el bipartito pilareño al perder la mayoría
Una emocionada visiblemente emocionada Francisca Cánovas explicó hoy ante el pleno del Ayuntamiento de Pilar de la Horadada las razones que la han llevado a renunciar a formar parte del equipo de Gobierno y a sus competencias en cuatro importantes concejalías para cambiar de sitio en el salón de plenos y pasar a formar parte de la “bancada” de la oposición, algo que quedaba patente al cambiar incluso su ubicación en la mañana de hoy en el salón de plenos. Su nuevo sitio junto al ex alcalde pilareño, el socialista Ignacio Ramos, componen la imagen del nuevo equilibrio dentro de la corporación municipal de Pilar de la Horadada, en donde a partir de hoy el bipartito formado por el Partido Popular, liderado por José Fidel Ros y la Unión Pilareña, con Iván Romero como cabeza visible tras las dimisión de Pepa Meroño en mayo del pasado año que da en minoría al contar con ocho ediles populares y dos de Unión Pilareña.
Este cambio, que no es baladí, ha quedado patente al presentar el edil de AIH, Juan Ramón Moya, en la que se pide al consistorio que se persone como acusación particular en la querella interpuesta por José Tomás Saura, edil del PSOE, por prevaricación y malversación de caudales públicos por la instalación de unas antenas en una torre de titularidad municipal. Esta moción fue aprobada con los votos de la oposición, incluida la edil –desde hoy- no adscrita, Francisca Cánovas, que voto junto con la oposición contra Unión Pilareña. Los populares cuya portavocía ejerció hoy Fidel Ros se abstuvieron, aunque durante su intervención el primer edil intentó quitar importancia a una cuestión que obligó a Josefa Meroño a dimitir y abandonar su acta de concejala.
Crónica de una dimisión anunciada
Las discrepancias entre Cánovas y los ediles de Unión Pilareña ha sido manifiesta desde el casi el comienzo de la legislatura, tanto es así que en su turno de intervención Romero aseguró que si de él hubiera dependido Paqui Cánovas no hubiera dimitido, la habría cesado él por si constante oposición al pacto de gobierno que mantiene juntos al PP y UP al frente de la corporación municipal, un pacto que según Cánovas está manchando el buen nombre de los populares al verse la gestión municipal manchada y salpicada de irregularidades.
Más comprensivos se han mostrado los ediles de la oposición, tanto el portavoz de AIH, como los socialistas aseguraron respetar la decisión de Cánovas y aprovecharon sus intervenciones para cargar contra el equipo de Gobierno que con esta son tres las dimisiones que acumula en tan sólo tres años de mandato.
Por su parte José Fidel Ros, aseguró que perdía una buena concejala, aunque no vaciló en dejar caer la sombre de la duda sobre las intenciones de Cánovas al presagiar que en las próximas elecciones se presentaría con alguno de los llamados partidos independientes.
Cambios
La reestructuración necesaria en la corporación municipal ha sido mínima, el alcalde será el que asuma –por el momento- las competencias que tenía delegadas Cánovas, por lo que las sustituciones serán en las junta de gobierno local en la que será sustituida por la concekal de Empleo, Igualdad y Fiestas, Asunción Sánchez, del mismo modo que será Benjamín Fraile quien la sustituya como segundo teniente de alcalde.
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