La formación ha dirigido una pregunta a la edil de Bienestar Social respecto a este asunto y pide un protocolo claro para la vigilancia y, en su caso, desmontaje de las instalaciones
Cambiemos Orihuela ha registrado una pregunta por escrito a la Concejalía de Bienestar Social en la que se hacen eco del «lamentable estado de las antiguas instalaciones del Centro Ocupacional y Residencia Oriol». Dichas instalaciones quedaron destrozadas durante las inundaciones de septiembre de 2019 y, desde entonces, están abandonadas.
«Mientras tanto, casi un año y medio después, las personas usuarias y la plantilla de este servicio fundamental siguen sin tener una solución definitiva. De hecho, en diciembre de 2019 el Gobierno Local inauguró ante los medios la que, se suponía, sería la nueva residencia a partir de marzo de 2020, residencia que sigue sin estar operativa. Una situación que Cambiemos ha achacado en diversas ocasiones a la negligencia e incompetencia del Gobierno Local y de un alcalde que siempre ha entendido los derechos sociales y los servicios públicos como una molestia, no como una prioridad», señala Carlos Bernabé, concejal de la formación.
Pero al problema de la falta de emplazamiento futuro para el Centro Oriol, se añade el abandono de su anterior alojamiento. Cambiemos lamenta que los destrozos que está sufriendo no sólo suponen pérdida de recursos que podrían reutilizarse o destinarse a empresas de recuperación de materiales que los reciclen o reutilicen, sino que además supone un riesgo por el foco de insalubridad que allí puede generarse.
En ese sentido, el Grupo Municipal recuerda que puede haberse perdido o dañado instalaciones o recursos de valor que no fueron inmediatamente rescatados tras el abandono del centro. Un problema de abandono y daños materiales que, señalan, también podría darse en el antiguo CRIS. Por eso, exigen a la Concejalía un protocolo claro para la vigilancia y, en su caso, desmontaje de las instalaciones que trate de recuperar el máximo de materiales posibles o, en su caso, de que su retirada no suponga un impacto medioambiental.
«Ese abandono no sólo transmite una imagen pésima de incomparecencia por parte del Ayuntamiento, sino que supone un riesgo para la salud y la seguridad, dado que no sabemos en qué estado están los materiales que se están saqueando, qué uso y dónde se les está dando», explica Bernabé.
A juicio de Cambiemos, «el abandono de las antiguas instalaciones del Oriol y la negligencia sistemática del Gobierno Local durante estos meses respecto al nuevo emplazamiento, es el reflejo de un Gobierno que no quiere proteger los derechos sociales ni los servicios públicos, tan sólo privatizarlos y hacer de ellos el negocio de unos pocos».
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