Un grupo de jóvenes campaneros echaron las campanas de la Iglesia de San Martín al vuelo de manera manual, cumpliendo con la iniciativa europea de que esta acción sea reconocida por la UNESCO
El pasado sábado la Plaza de España de Callosa se convertía en centro de visitas para ver cumplido el proyecto de Hispania Nostra que a través de su Centro Europeo de Estudios sobre la campanología, y junto con Campaners d´Albaida buscan poner en valor el toque manual de campanas, con el fin de obtener su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, sumando la iniciativa a las celebraciones del Año Europeo del Patrimonio Cultural.
Más de 1.000 localidades en toda Europa voltearon las campanas a las 12.00 horas, tal y como se pudo observar y escuchar aquí, en la Iglesia de San Martín.
Un grupo de jóvenes campaneros que han recogido el testigo de este antiguo oficio hizo sonar estas campanas de grandes dimensiones.
Callosa cuenta así entre sus tradiciones, con una que de momento se va a mantener por muchos años, gracias a este grupo que fue reconocido en el acto del sábado.
Juan Luis Bernabéu, uno de estos campaneros destacó el orgullo que sienten de poder representar a Callosa en una inicativa así. A pesar de su juventud este grupo lleva 15 años tocando dos veces al año las campanas de esta Iglesia, siendo este acto el más emotivo de los que han realizado.
Mientras se hacía el toque manual de campanas, desde la plaza se podían escuchar los gritos de ánimo que se daban entre los campaneros, algo que daba al acto una emoción añadida, y que según Bernabéu, era necesario para tomar fuerzas y seguir echando las campanas al vuelo, como marca el lema de la iniciativa.
Uno de los precursores de este acto y presentador del mismo, Roque Albert, destacaba que este ha sido el tercer concierto de campanas que se emite desde aquí en las últimas tres décadas, esperando que hasta el próximo no pase tanto tiempo.
En el acto donde se escucharon toques singulares, conocieron las campanas y sus cualidades, también se homenajeó a descendientes de quienes se han dedicado a esta labor durante años.
La Iglesia de San Martín se llenaba de música y de vida, que desde la parroquia aplauden por tratarse, según su párroco Juan Bautista, de señales de fe.
Vecinos y visitantes pudieron disfrutar de un acto inusual algo que desde la parroquia piensan potenciar, dando a las campanas de esta Iglesia y al toque manual de las mismas la importancia que merecen con la elaboración de folletos que cuenten su historia y con la posibilidad de hacer esta torre visitable.
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