La Guardia Civil detiene a 20 personas entre la comarca y Almería que además sustraían droga a otros narcos
La Guardia Civil ha detenido en la Vega Baja y Almería a 20 personas de nacionalidad marroquí por su integración en una peligrosa organización criminal dedicada al tráfico de drogas y a la comisión de robos con violencia e intimidación. Esta red criminal ha protagonizado una serie de atracos en bazares chinos repartidos por toda la comarca, provocando una gran alarma principalmente entre los propietarios y trabajadores de este tipo de establecimientos comerciales.
Durante la operación los agentes han practicado trece registros domiciliarios en las provincias de Alicante y Almería, en los que han intervenido once vehículos, una pistola, munición, dos chalecos antibalas, dos subfusiles de aire comprimido, material electrónico e informático, 30 kilogramos de hachís, 5.250 euros falsos, 6.480 euros en efectivo.
La investigación se inició el pasado mes mayo con ocasión de un delito de homicidio en grado de tentativa ocurrido en Roquetas de Mar (Almería). De madrugada, un grupo de personas de origen marroquí intentaron acceder a una vivienda ocupada por una familia de la misma nacionalidad, momento en que se produjo un intercambio de disparos que terminó con una persona herida con dos impactos de bala.
Tras el suceso, la Guardia Civil inició una investigación durante la que se averiguó que una de las actividades criminales del grupo consistía en realizar vuelcos de droga (robo de dinero y estupefacientes a otras organizaciones criminales).
Modus Operandi
Para apropiarse de los estupefacientes la organización desmantelada utilizaba dos modus operandi. Concertaban una cita con otros traficantes de droga para adquirir la droga, les mostraban dinero falso con el que harían el pago de la mercancía. Cuando los grupos se disponían a realizar la transacción, otros miembros de la red irrumpían violentamente en el lugar apropiándose del estupefaciente. O bien durante los robos cometidos en viviendas particulares, el grupo, además de apropiarse del dinero y objetos de valor, sustraía los vehículos que en ella se encontraban. A estos vehículos les instalaban sistemas electrónicos de seguimiento (balizas), siendo vendidos posteriormente a organizaciones de narcotráfico a las que posteriormente y gracias al control que sobre ellas mantenían, les robaban la droga utilizando armas de fuego, chalecos antibalas, etc.
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número dos de Torrevieja ha sido llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Alicante y por la Unidad Orgánica de Policía Judicial del mismo Cuerpo de Almería, contando igualmente con la colaboración de otras Unidades de la Guardia Civil de las provincias donde se ha llevado a cabo la operación. Debido a la peligrosidad de los detenidos fue necesario contar con Unidades de asalto de Grupos de Reserva y Seguridad número Tres de Valencia.
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