Cae una banda especializada en el robo de viviendas y comercios que actuaba en la Vega Baja

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En la comarca se han realizado registros en Bigastro, Orihuela, Jacarilla y en Redován, en este último en un establecimiento de hospedaje

La Guardia Civil de Alicante en el marco de la operación Mactol ha desarticulado un grupo criminal muy activo dedicado al robo en domicilios y comercios por el territorio nacional. Los miembros han sido detenidos en distintas localidades de Alicante y Murcia. Se les imputan 35 robos con fuerza, así como el delito de pertenencia a grupo criminal. La autoridad judicial competente ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de los presuntos autores, incluyendo al líder del grupo.

En el mes de octubre de 2021, tras la denuncia interpuesta por un robo con fuerza en el interior de una vivienda en una pedanía de la localidad de Orihuela, el Equipo Territorial de Policía Judicial de Almoradí observó que no se trataba de un hecho aislado, sino que estaban ante un grupo itinerante que había incrementado el número de robos en viviendas y comercios en esta localidad y sus alrededores, por lo que, con la finalidad de esclarecer los hechos, los agentes dieron inicio a la operación Mactol.

Un grupo criminal muy activo y altamente especializado

A medida que avanzaba la investigación, por medio de un análisis más exhaustivo del modus operandi utilizado y tras el estudio de diversos indicios y pruebas, pudieron apreciar que se encontraban ante un grupo criminal muy activo con un alto nivel de especialización.

Tras una ardua tarea de labores operativas y de obtención de información, se determinó que la banda se encontraba estructurada de una forma claramente organizada y definida, distribuyéndose las tareas de forma concreta y disciplinada, para la comisión de los robos.

El líder del grupo era un varón de nacionalidad argelina de 47 años de edad, siendo el responsable de organizar al resto de los miembros. Se encargaba de la logística de los delitos y, además, daba salida al botín obtenido en el “mercado negro”. Un varón español de 48 años de edad, era el que seleccionaba los medios de transporte y realizaba el traslado de los miembros del grupo de la banda de un lugar a otro. El resto de componentes, de edades comprendidas entre los 23 y 43 años de edad, todos ellos de nacionalidad marroquí, perpetraban los robos de forma coordinada.

Tras una compleja investigación, los agentes averiguaron dónde ocultaban los objetos sustraídos, estando la base principal de la banda en la localidad de Murcia.

Una vez identificada y acreditada la participación de la banda en los robos cometidos en diversas localidades de las provincias de Albacete, Alicante, Almería, Jaén y Murcia, y atendiendo a la frenética actividad delictiva que llevaban a cabo, y al riesgo de fuga de los investigados, el día 9 de marzo, se llevó a cabo un operativo realizando siete registros simultáneos en las localidades de Bigastro, Jacarilla, Orihuela, y Redován en la provincia de Alicante, y en las localidades de San Javier (Región de Murcia), y Murcia capital.

Ante la magnitud del dispositivo y la necesidad de hacer los registros de forma simultánea, a los investigadores se les unieron las Unidades de Seguridad Ciudadana de las Comandancias (USECICs) de la Guardia Civil de Alicante y Murcia, los equipos de las Áreas de Investigación de los Puestos Principales de la Guardia Civil de Callosa y Almoradí, el Equipo Roca de la Compañía de Torrevieja y las unidades de Seguridad de Ciudadana de los puestos de la Guardia Civil de las localidades afectadas.

Con la finalidad de dificultar su localización, la banda cambiaba continuamente de residencia

Para no levantar sospechas y obstaculizar las investigaciones, tomaban diversas medidas de seguridad entre las que destacaban la división en subgrupos a la hora de cometer los robos, los cambios constantes de ubicación de la propia residencia y la utilización, de forma alterna, de vehículos con los que se desplazaban a cometer los delitos, y que eran sustraídos previamente para tal fin. La peligrosidad de la banda era patente. Los agentes han intervenido, entre numerosos efectos, un arma corta tipo revolver.

Es importante reseñar que uno de los registros realizado por los agentes tuvo lugar en un establecimiento de hospedaje, en la localidad de Redován, en dos habitaciones individuales dónde se alojaban dos de los miembros. En dicho registro uno de los detenidos se resistió de forma activa a la detención, mientras el otro saltó por un patio trasero del mismo tratando de escapar. Sin embargo, los agentes lograron detener a ambos culminando con éxito la explotación de la operación.

Fruto de los registros llevados a cabo, y de las investigaciones practicadas por los agentes, la Guardia Civil ha detenido a los siete integrantes de esta banda.

Los detenidos, todos con antecedentes policiales por hechos similares, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela, que ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de ellos, entre los que se encuentra el líder. El resto, han quedado en libertad con cargos.

La Guardia Civil ha podido recuperar numeroso material, destacando: ocho vehículos a motor que constaban como sustraídos; diverso material informático; joyas, relojes y complementos de moda; material específico para bricolaje y mecánica; herramientas de todo tipo; pequeños electrodomésticos del hogar; material deportivo y de ocio, como bicicletas y patinetes eléctricos; ropa; y utensilios de uso personal.

Muchos de los efectos ya han sido entregados a sus legítimos propietarios. La Guardia Civil continúa con las investigaciones ya que no se descarta que el número de afectados aumente. Se les atribuyen, hasta la fecha, 35 delitos de robos con fuerza (entre los cometidos en vivienda, en comercios, así como de los ocho turismos robados en algunas de las viviendas, y empleados con posterioridad en la comisión de otros delitos), además del delito de pertenencia a grupo criminal.

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