A diferencia de otros países, en España el juego online está regulado bajo leyes estrictas
Según los datos recopilados por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), cada vez hay más jugadores en activo en España. El número de personas que participaron en partidas de juegos con apuestas por Internet como la ruleta o las tragaperras subió un 8,3% en 2020, con respecto a 2019.
La clave para entender este crecimiento está en el papel que juegan Internet y los dispositivos móviles en las vidas de los jóvenes y adultos en la actualidad. Las nuevas generaciones dan preferencia a cualquier pasatiempo que se pueda practicar a través de un smartphone. Y los juegos de azar son algo sencillo, que atrae la atención de las personas desde siempre.
Al juntar estos dos factores, es fácil de entender por qué este sector está viviendo un crecimiento tan fuerte en los últimos años. Cualquiera que esté pensando en iniciarse en esta afición, debe tener claros ciertos aspectos particulares acerca del juego online en España.
Licencias, protección y multas
A diferencia de otros países, en España el juego online está regulado bajo leyes estrictas. Está permitido a los mayores de edad, pero sólo en los casinos y casas de apuestas que tengan la debida licencia.
Los operadores de juego deben solicitar un permiso especial a la DGOJ si quieren ofrecer sus servicios en el mercado español. No hacerlo supone estar al margen de la ley. Y cualquier español que juegue en casinos sin licencia se arriesga a recibir una multa que puede llegar hasta los 100.000 euros.
La DGOJ se encarga de monitorizar la actividad de los operadores y garantiza su seguridad y limpieza. Cualquier usuario que sufra un trato abusivo o irregular puede interponer una queja ante este organismo y actuará contra el casino infractor. Entonces, es imprescindible asegurarse de que el casino que se elige tiene licencia. Para ello, es posible echar un vistazo en los términos y condiciones de su web o leer reseñas de los mejores casinos online elaboradas por expertos.
Pago de impuestos
Como contrapartida por esta protección, los jugadores deben declarar ante Hacienda cualquier ganancia que reciban de un establecimiento de juego online y pagar los impuestos correspondientes. Estos van desde el 19 al 30% de las cantidades obtenidas como premio.
Algo que incomoda a muchos jugadores es el hecho de que no se puedan compensar ganancias y pérdidas a la hora de pagar los impuestos. Un español que tenga unas pérdidas acumuladas de 50.000 euros a lo largo del año y gane 30.000 en una tirada de ruleta, tendrá que pagar al Gobierno 9.000 euros.
Prohibición de bonos y promociones
Con los últimos cambios introducidos por el Gobierno en la Ley del juego se ha establecido la prohibición de que los casinos y salas de apuestas den bonos y regalos a sus usuarios. Algo que resulta habitual en otros países, como es recibir incentivos por depositar fondos, no es posible aquí.
Tampoco se pueden recibir promociones especiales por alcanzar determinados volúmenes de juego como ocurría en el pasado, donde los apostadores podían recuperar una parte importante de lo que gastaban gracias a los programas VIP.
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