Antonio Benavente ha sido el fallero encargado de realizar esta obra de arte con tan solo 19 años
Bigastro ha recuperado una de sus tradiciones, ya que este sábado, tras la Solemne Eucaristía en el Parque Municipal Huerto del Cura, con las imágenes de San Joaquín, la Virgen de Belén y la Virgen del Rosario, se produjo la quema de una falla en el Parque de la Cruz. Tradición bigastrense recuperada con motivo del II Centenario de la Procesión de San Joaquín (1821-2021).
El origen de las Fallas se encuentra en una antigua costumbre de los carpinteros que, celebrando la llegada de la primavera, la noche del 19 de marzo, día de San José, quemaban frente a sus talleres las piezas de que usaban para elevar los candiles que les iluminaban durante el invierno. A día de hoy se han convertido en un atractivo turístico muy importante, catalogadas como fiesta de Interés Turístico Internacional.
En Bigastro, esta festividad pirotécnica comenzó a celebrarse en los años 50, donde las fallas eran instaladas en la C/Barrio Nuevo (antiguamente C/Queipo de Llanos), donde además del espectáculo pirotécnico, se realizaban verbenas y jornadas de convivencia entre los vecinos del municipio.
Desde la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Bigastro han conmemorado esta festividad, trayéndola al presente, con este evento se pretende recuperar esta tradición contando con los artesanos que realizarán los monumentos que más tarde serán quemados, en este caso ha sido posible gracias a Antonio Benavente, el fallero encargado de realizar esta obra de arte con tan solo 19 años y una gran ilusión.
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