La alcaldesa ha aprovechado la entrega de este premio, que cuenta con recoger el agua de lluvia para el regadío de la huerta, para reivindicar los caudales necesarios del Tajo – Segura
La primera edición de los Premios a las Buenas Prácticas Locales por la Economía Circular organizados por la FEMP ha reconocido un total 10 prácticas en todo el país, entregando los galardones en el marco de las Jornadas de Economía Circular y Entidades Locales, en San Fernando, Cádiz, y hasta donde se han desplazado la alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte, y el concejal de Urbanismo, Antonio Meseguer, para recoger el premio en Gestión de Consumo de Agua por el Proyecto del Tanque de Tormentas.
Estos premios se comprometen a promover e impulsar la Economía Circular, un modelo que apuesta por los transportes limpios, la eficiencia energética y soluciones innovadoras para conseguir un crecimiento verde.
La alcaldesa y el concejal ha sido los encargados de recoger este galardón que distingue el buen hacer de las acciones circulares locales en cinco categorías: Minimización del uso de recursos naturales; Gestión de consumo de agua; Sostenibilidad de los espacios urbanos; Espacios y conductas saludables y Políticas de transversalidad.
El objetivo del urbanismo sostenible o desarrollo urbano sostenible es generar un entorno urbano que no atente contra el medio ambiente. Y a su vez, crear un espacio cómodo, planificado y agradable, tanto para sus residentes actuales como también para futuras generaciones. Es decir, tiene como finalidad proporcionar recursos urbanísticos suficientes en cuanto a las formas y la eficiencia energética y del agua. Y también busca aportar funcionalidad para convertir lugares mejores para vivir. En este sentido la primera edil ha expuesto el proyecto presentado, que se basa en la sostenibilidad medioambiental, económica y social que atiendan las necesidades demandadas por el entorno.
El proyecto Tanque de Tormentas se basa en estos pilares, recogiendo el 40% del agua de lluvia de las cuencas del municipio.
El concejal de Urbanismo ha explicado que la primera fase ha sido la construcción de una balsa de laminación de 1.268 m2 y un volumen de captación de 3.389 m3 destinado íntegramente al regadío. El agua acumulada se vierte a la Acequia Alquibla, 10 días después de su acumulación, permitiendo de igual forma a cualquier ciudadano, gratuitamente su retirada mediante bombeo para otros usos. A continuación se construyeron las cunetas de captación junto a la CV-95, para la captación del agua de lluvia procedente por escorrentía de las calles del municipio, con la ejecución previa de ODT (Obras de drenaje transversal) que cruzan la carretera autonómica CV-95 y que sirve de drenaje del agua de escorrentía de las calles del casco urbano para posteriormente construir las cunetas de captación paralela a la carretera que sirven de canal y llenado de la balsa de laminación. Siendo la tercera fase la construcción de un parque inundable SUDS, La cuneta ejecutada tendrá una cota de desborde en toda su longitud y desbordará al SUDS, Parque inundable (actualmente en fase de licitación), que cuenta con un área de 32.366 m2 y un volumen de captación de 65.000 m3 y servirá de apoyo de llenado a la balsa de laminación y desborde a la Acequia Alquibla. Con el parque inundable se consigue una integración paisajística máxima entre el casco urbano y la huerta, siendo el punto de transición entre ambos. El parque contará con la plantación de especies autóctonas, zonas de descanso, carril bici.
La alcaldesa ha explicado que “se trata de un proyecto que evitará daños por fuertes lluvias además de aprovechar cada gota, aportando agua para el riego, una de nuestras bases económicas, y que se ve afectada en muchas ocasiones por la falta de agua, por lo que aprovecho la ocasión para reivindicar que se revisen los nuevos caudales asignados al Tajo Segura que ponen en riesgo al levante español, que necesita el agua, porque es el principal abastecedor de productos agrícolas de Europa”.
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