La localidad acogió en la mañana del pasado domingo el XXXI Encuentro de Auroros en el que se dieron cita 22 agrupaciones de la provincia
El domingo pasado, para los habitantes del municipio de Benijófar, comenzó antes de hora. A las 5 de la madrugada comenzaron los actos organizados para celebrar el XXXI Encuentro de Auroros. Las veintidós agrupaciones participantes en esta edición -veinte de ellas provenientes de localidades de la Vega Baja, y otras dos, de los vecinos municipios de Santa Pola y Crevillente- iniciaron sus cantos en la plaza de la Iglesia benijofera.
No solo los cantos marianos de las agrupaciones rompían el silencio característico de esas horas de la madrugada; el ritmo del omnipresente bombo o de la tintineante campanilla y también los sones de las guitarras, violines, acordeones o diferentes instrumentos de viento llevaban a ello. Desde allí, desde la puerta de la Iglesia, todos los grupos iniciaron sus recorridos por las distintas calles del municipio, alumbradas para la ocasión con velas, y procedieron a despertar a los vecinos con sus cánticos cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, con el establecimiento de Los Dominicos en Orihuela.
La ronda despertadora acabo a las siete de la mañana, entonces comenzó un rezo del Rosario multitudinario acompañado por una talla de la virgen María. Los más de 300 auroros se dirigieron entonces al Polideportivo Municipal donde se celebró una misa multitudinaria, cantada por las distintas agrupaciones, a la que acudió el Obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante Jesús Murgui. El encuentro finalizó con un desayuno de hermanamiento entre los veintidós grupos.
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