Anatomía de la melancolía: Un secreto de libertad

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Por Mateo Marco Amorós

Imagen de Joaquín Marín

En Orihuela, en el Museo de la Reconquista, hasta el treinta de mayo podemos visitar la exposición «Un secreto de libertad», cuadros de Teodomiro, Manuel Antonio Teodomiro Soriano Lidón. Exposición arropada con un catálogo excelente. Coincidimos con la escritora Consuelo Jiménez de Cisneros en que no es habitual reseñar el catálogo de una exposición. Habiéndolos magníficos, como el que nos ocupa, vale la pena atenderlo. Jiménez de Cisneros lo justifica oportunamente con un preciso análisis publicado en la web EL CANTARANO. Aquí el nuestro.

Una circunstancia principal invita a la melancolía en torno a esta exposición. Ada Soriano nos la hace vivir con intimidad en el texto «Punto final» que cierra el catálogo. Si hace un año, en la tarde del once de abril, atendiendo en el hospital al padre enfermo, Teodomiro ilusionado anunciaba a su hermana el proyecto de exposición, proyecto que abría horizontes en aquel escenario de dolencias, al día siguiente Teodomiro fallecía. Entonces… ¿La exposición?… ¡Póstuma!

Centrándonos en el catálogo, lo abre un texto del poeta José Luis Zerón Huguet. Zerón, que cultiva con profusión exquisita las díadas antagónicas, lo titula «Entre la fijación y el vuelo», un texto pleno de franquezas, las que procura la amistad y el vínculo familiar con el artista. Aquí queda claro, de la obra pictórica de Teodomiro, su carácter fusión con las corrientes contemporáneas. Zerón enumera, como si se tratara de pinceladas contundentes del propio Teodomiro, sus rasgos: «matérica, tangible, sincrética, explosiva, agitada, impaciente, herida por el desarreglo interior y a la vez henchida de plenitud visionaria».

Al texto de Zerón le sigue un bello poema, «Torbellinos». Versos que nacen de la honradez y generosidad intelectual que caracterizan a Javier Puig, poema que describiendo la pintura de Teodomiro nos retrata al propio Teodomiro: «(…) / Es verdad eso que solo tú ves / y nos descubres, / eso que eres tú / y el mundo que te contiene, / el vívido silencio que te habita y te expresa». Así, en el catálogo, llegamos al artista, obra literaria y pictórica que recomendamos. Y ya en la exposición disfruten, por ejemplo, con «Cantando al arte». Entrando a la derecha.

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