Por Mateo Marco Amorós
Hable la luz ha titulado José Luis Zerón Huguet su nuevo poemario, título extraído de un verso de Pureza Canelo citado en el porche del libro: Hable la luz y hable el aire, por ti, por mí. Y sí, es menester que hable la luz por nosotros, huérfanos de voces, desarmados para decir. Precisamente, José Antonio Torregrosa, profesor amigo del poeta, en la excelente presentación del poemario, trajo a colación la obra, de Lola López Mondéjar, Sin relato. Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad donde la autora alude a la dificultad en aumento para expresarnos, dificultad que observa en sus pacientes. Como los docentes en el alumnado.
Suerte, ante esta epidemia de mutismos, los versos que Zerón nos ofrece en Hable la luz. Porque el poeta –lo vino a decir Torregrosa– nos redime. El poeta nos salva en un ejercicio, primero, de toma de conciencia de nuestras oscuridades para conducirnos paulatinamente, con luz hablante, a la luz hablante que nos devuelve las voces. Para que podamos decir o, al menos, sepamos del decir olvidado.
En la primera parte del poemario, «Apolión», el abismo opaca el mundo entre las sombras del mundo. Pero se atisban chispas de la luz parlante. Como diciendo: —No te desanimes. Parece que algo brilla. O brillará. Sí, algo brillará, aunque sean brasas que se resisten a ser ceniza y… Los fulgores deslumbran en la segunda parte del poemario, «Xenía», donde las podres son atenuadas por la entrega al otro, por la comprensión del otro. Disfruto cuando la lectura remueve recuerdos. Aquí, todo el poemario –y en particular el poema «La danza de la muerte»– me ha traído una película favorita: Paseo por el amor y la muerte, de John Huston, donde en un contexto desolador cabe la luz del amor.
La Baja Edad Media, sus guerras y epidemias, casa con nuestra Edad Contemporánea de guerras y epidemias; presente que Zerón evidencia para sanarlo en la luz, una luz que clama restaurando lo perdido: (…) volvamos la cabeza para ver lo perdido / y nombrarlo. / Miremos atrás para que el ojo no ciegue su memoria.
El poemario Hable la luz de José Luis Zerón Huguet, con prólogo de Natalia Carbajosa y fotografía de portada obra de Alberto Zerón Huguet, ha sido publicado en la colección ITES por Olé Libros, Valencia 2024.
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