Por Mateo Marco Amorós y fotografía de Joaquín Marín
Parece que fue ayer y fue ayer. Ayer de hace un siglo, doce de enero de 1925, cuando el periódico El Pueblo de Orihuela, Semanario Social y Agrario, publicaba en primera página un suelto sin firma titulado «Hablando con el Prelado». Finales de año, principios de año son buenos momentos para hacer balance de necesidades. Y de necesidades en Orihuela conversó, según la noticia, el obispo de la diócesis; por entonces Francisco Javier de Irastorza Loinaz.
Y en ese ayer de hace un siglo, las necesidades señaladas por el prelado, salvando las distancias que queramos salvar, son básicamente iguales necesidades hoy. Porque el obispo –Pastor que tanto se interesa por su amado rebaño, dice la nota– apuntó como principales cuestiones a atender: la enseñanza, las casas baratas y las aguas potables. Esto es: escuelas, viviendas y agua. Mismas necesidades hoy. Salvando –insisto– las distancias que queramos salvar. Y por ello esta carta a los Reyes Magos donde mis peticiones para el próximo año y venideros; que deseo prósperos con más escuelas, más viviendas y agua.
Escuelas, las que hagan falta para formar generaciones de personas competentes en ciudadanía, cultura y ciencia. Sé que la solución a los problemas de la Enseñanza no es solo un problema de infraestructuras y dineros; que otros factores como el respeto al profesorado o la valoración del esfuerzo o la necesaria desburocratización del quehacer docente o… también importan; pero los espacios son necesarios. Escuelas y… y viviendas. Hogares asequibles y dignos para que las familias, o jóvenes que quieran emanciparse, puedan mediante compra o alquiler tener un techo que no les sangre su sostén; para que ese techo no sea, como hoy lo es, un imposible. Escuelas, viviendas y… Y agua. ¡Fundamental! Si en el ayer potable y corriente para las casas. Por higiene, por salud pública. Hoy, siempre necesaria, que no nos falte. Por higiene. Por salud pública. Por imprescindible.
Necesidades destacaba el obispo de Orihuela hace un siglo, necesidades de ahora que solicito cubiertas para los tiempos venideros. Tiempos venideros que con escuelas, viviendas y agua habrán de ser más felices. Así sean.
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