Se ha producido una bajada de un 27 por ciento en dichos valores para todo el suelo urbano y urbanizable, que se aplicará a partir del 1 de enero de 2014
El alcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado (PP), ha anunciado esta mañana en rueda de prensa que el Ayuntamiento que dirige dejará de ingresar, previsiblemente el próximo año, en torno a 300.000 euros tras la revisión de los valores catastrales que, en términos generales, se han reducido un 27 por ciento «para todo el mundo».
Los impuestos que toman como base el valor catastral son el IRPF, los de transmisiones patrimoniales y sucesiones, las plusvalías y el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Respecto a este último, el popular ha anunciado que el Ayuntamiento ha aprobado su modificación, incrementándolo en dos puntos para el próximo 2014, «del 0,48 al 0,50», por lo que «el 90 por ciento de los casos pagará en el recibo de la contribución algo menos y, otros, lo mismo».
En este sentido, Hurtado ha querido dejar claro que el Ayuntamiento se puede permitir esta gestión porque «goza de buena salud financiera», al tiempo que ha asegurado que esta medida «es una bajada de impuestos en toda regla».
Esta reducción llega tras la insistencia del primer edil, desde su llegada a la alcaldía (en 1999), de actualizar los valores catastrales del municipio -databan de 1986- porque, a su juicio, «no era bueno para los ciudadanos que estuviesen tan desactualizados».
Tras varios años de peticiones a la Dirección General de Catastro para que fijase una nueva ponencia de valores, ésta entró en vigor en el año 2008 «con importantes errores, fundamentalmente en suelos de extrarradio y terciarios sin desarrollar».
Según las palabras del alcalde, la causa de estos errores es que la revisión por parte de los técnicos del catastro se llevó a cabo coincidiendo «con la burbuja inmobiliaria, que llevó los valores de suelo a alcanzar niveles máximos» y, que apenas tienen que ver con los precios y tasaciones de inmuebles en la actualidad.
Ante esta situación, el equipo de Gobierno adoptó la necesidad, «metidos en una crisis tan grave», de dar solución a esa ponencia de valores y, tras realizar un muestreo en la ciudad, se presentó ante la Dirección General de Catastro, en Madrid –tras pasar por Alicante y Valencia-, solicitando que la Ley de acompañamiento de Presupuesto General del Estado corrigiese esa ponencia, «algo que rechazó el Partido Socialista a nivel nacional, que gobernaba en esos momentos».
«Tenemos en el caso urbano solares a los que los técnicos del catastro aplicaron, por la situación en esos momentos, la edificabilidad máxima», ha añadido el alcalde, quien ha expuesto que «tenían valores catastrales confiscatorios».
De esta forma y ajustándose a una modificación de la Ley del Catastro Inmobiliario –en vigor desde finales del pasado año- y que permite a los ayuntamiento solicitar una revisión o actualización de los valores catastrales vigentes, los populares lograron que, tras cumplir el quinto año desde la última «ponencia errónea» y tras comprobar las diferencia entre los valores de mercado de entonces y los actuales, lograron una nueva revisión que afecta a todas las zonas del municipio.
Ante estos hechos, Almoradí se ha convertido en una de las ciudades que cuenta con una nueva valoración del catastro. Por ello, “se ha hecho una ponencia parcial de todos los suelos, sobre todo terciarios y extrarradio, que han bajado su valor catastral enormemente y van a tributar un poco más de lo que sería suelo rústico”.
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