Conferencias, una ruta nocturna guiada por el «trazado de Larramendi» y una macro exhibición de medios ante terremotos son las actividades más destacadas
El Ayuntamiento de Almoradí conmemora durante los próximos días las efemérides del terremoto registrado el 21 de marzo de 1829 y que destruyó por completo el municipio de Almoradí.
El programa de actividades, organizado desde las concejalías de Educación, dirigida por Susana Miralles, y Patrimonio, a cargo de José Antonio Latorre, comenzará el próximo viernes 22 de marzo con conferencias que serán celebradas en el Casino a las 18.00 horas, y ofrecidas por Gregorio Canales, Catedrático de la Universidad de Alicante con el título “El sismo de 1829, la convivencia con un riesgo velado”, por Tomás Cremades, de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias con el tema “Planes de Emergencia ante terremotos de la Comunidad Valenciana”, y la experta de la Unidad de Protección Civil de la Delegación del Gobierno en Murcia, Sofía González, que impartirá su conferencia bajo el título “Lecciones aprendidas del Terremoto de Lorca”
Esa misma tarde, a partir de las 20:30 horas, desde la puerta de la Sociedad Casino, se llevará a cabo una ruta guiada nocturna por el trazado histórico que diseñó el primer Ingeniero de Caminos José Agustín de Larramendi. Esta ruta guiada por el “trazado de Larramendi” tiene plazas limitadas, y las inscripciones se pueden realizar a través del correo electrónico haragestioncultural@gmail.com o por teléfono, en el 622 58 03 27.
Además, el sábado 23 de marzo, a partir de las 10:30 horas tendrá lugar en la Plaza de la Constitución una macro exhibición de medios ante terremotos por parte de Cruz Roja, Protección Civil, Policía Local, Bomberos y los Equipos Caninos de Salvamento, Búsqueda y Rescate.
Estas jornadas conmemorarán el 190 Aniversario del Terremoto que en 1829 marcó el rumbo de Almoradí y sus habitantes, como describía el obispo Herrero al rey Fernando VII “…de los habitantes de Almoradí que han quedado vivos, más de trescientos heridos, fracturados contusos, y todos desnudos, hambrientos y privados de una triste choza que les sirva de albergue”, estas fueron algunas de las dramáticas consecuencias que el terremoto de 1829 dejó en la localidad, donde se registraron más de 200 víctimas.
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