El encuentro se produjo con las primeras luces del día
Con las primeras luces del alba, la plaza de la Constitución de Bigastro comenzó a llenarse de fieles. No era para menos. La Procesión del Encuentro estaba a punto de comenzar, y muchos fueron los que quisieron visitar a la Virgen de Belén (anónimo, años 40 del siglo XX) antes de iniciar el cortejo que la llevaría hasta su Hijo resucitado.
En el más absoluto silencio, y portada por casi una veintena de costaleros, la Virgen abandonó el templo para comenzar la procesión. Tras ella, lo hacía el paso de Cristo Resucitado (talleres «El Arte Cristiano, Olot (Girona)), acompañado por un grupo de mujeres vestidas de mantilla blanca, y escoltado por la alcaldesa de la localidad, Teresa Belmonte, y por otras autoridades del municipio.
Poco antes del amanecer, tuvo lugar el encuentro. Un momento lleno de emoción y fervor que los cientos de vecinos allí congregados presenciaron en un respetuoso silencio. Frente a frente, madre e Hijo, se miraron y vieron la alegría de la Resurrección. En ese momento, se procedió a retirar el manto negro que lucía la imagen de la Virgen de Belén, en señal de luto. Posteriormente, se le impuso su corona, un momento tras el cual se produjo un pequeño castillo de fuegos artificiales y se lanzaron aleluyas.
Finalizado el encuentro, ambas imágenes emprendieron el camino de regreso al templo. Durante su recorrido, fueron muchos los vecinos que, desde sus ventanas y balcones, lanzaban aleluyas y pétalos, en señal de alegría por la Resurrección del Señor.
Antes de la entrada en la iglesia, ambas imágenes, la del Resucitado y la de la Virgen de Belén, fueron puestas de nuevo frente a frente. En ese momento, las notas de la Marcha Real hicieron que el público congregado en la plaza de la Constitución rompiera en aplausos. Un momento mágico que pone el broche de oro a la Semana Santa de Bigastro.
Puedes ver el vídeo de la procesión aquí:
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