El portavoz popular se pone a cantar durante la intervención del concejal de Los Verdes José Hurtado
Un pleno tal vez excesivamente bronco para la poca transcendencia de los tres puntos incluidos en el orden del día de esta convocatoria extraordinaria celebrada al día hábil siguiente de la convocatoria ordinaria.
La sesión comenzó con la información del primero punto, una cuestión meramente formal y administrativa relacionada con la formación de las 76 mesas electorales con las que contará el municipio para las elecciones Europeas del próximo 25 de Mayo, los integrantes de las mesas se elegirán entre 26 y el 30 de abril mediante sorteo electrónico y la lista con sus miembros estará disponible en las próximas fechas.
En el segundo punto, en el que se trataba de la aprobación inicial de la ordenanza reguladora del Uso de la Administración Electrónica destacó la actuación del portavoz popular, Joaquín Albaladejo, que se puso a cantar en voz baja “te quiero más que a mi vida”, sin que el alcalde le llamara la atención, durante la intervención del concejal del grupo municipal de Los Verdes, José Hurtado, quien estaba recriminando al equipo de Gobierno la no inclusión de las intervenciones en el dictamen de la comisión informativa, en esas intervenciones se hacía alusión a la petición del grupo municipal de LV de la comparecencia del técnico municipal redactor de la ordenanza, una comparecencia a la que según Hurtado se negó el grupo municipal Popular. La posición de Hurtado fue refrendada por Domingo Soler, portavoz de APTCe quien en este punto acusó al Partido Popular de “vender humo en toda la Vega Baja desde hace años con la Administración Electrónica”. La ordenanza se aprobó inicialmente con los votos del Partido Popular y la abstención del resto de los grupos municipales.
Poco contenido y mucha crispación
Sin un motivo de fondo que sustentara realmente la crispación en el salón de plenos ya que ninguno de los puntos tratados tenía una trascendencia vital para el destino de los torrevejenses fueron varios los momentos de intercambios “fuera” de tono en la sesión plenaria. Además de las ya archiconocidas puyas entre Soler y Eduardo Dolón, que ya suenan a chiste fácil, sobre quien va a dirigir el pleno tras las elecciones de mayo del 2015, hubo algunas otras cuestiones que llamaron la atención, como el empecinamiento de Soler, que malinterpretando el ROM, entendía que un concejal no podía votar al incorporarse tarde al debate sobre un punto. Cuestión aclarada por la secretaria del Pleno por insistencia de Soler mientras Albaladejo explicaba a quien le quisiera oír que Soler cometía ese error “tras 30 años en el pleno”.
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