La Unión Europea y el Maná
No dudo de las buenas intenciones de aquellos políticos que en 1957, después de la 2ª G.M. firmaron el Tratado de Roma en el que se establecieron las bases para iniciar una unión económica y política en Europa. Pero fijaos quienes estaba allí: Alemania, Luxemburgo, Inglaterra, Italia, Francia, un holandés político, empresario y banquero internacional, un Agricultor, un Consejero político y un reputado Hombre de leyes.
Es evidente que, en sus campos, fueron personajes muy importantes y no dudo de la inteligencia, capacidad y honradez de cada uno, sobre todo si aparecen los nombres de dos “fieras” de la política internacional mundialmente conocidos y admirados: Konrad Adenauer y Winston Churchill. La idea era buena pues se buscaba la paz y la estabilidad de los países europeos y, por tanto, de sus ciudadanos. Las mercancías, servicios, personas y capitales se moverían libremente por nuestro pequeño continente. Se fueron incorporando otros países. Y, una de las brillantes ideas se culminó en Madrid (1995) con la moneda única, el EURO, que se materializó en España en el 2001. Los fundadores, hombres de bien, fueron muy confiados, dando por sentado que sus sucesores serían como ellos (más o menos).
La cosa ha ido enredándose de tal manera que, ni ellos mismos se aclaran. Con un entramado de instituciones, comisiones, consejos, parlamento, tribunal,… , que la democracia ya no se sabe ni lo que es y a los ciudadanos nos suena a chino. El dinero corre a espuertas y viven como reyes. Esto me recuerda mis años de estudiante de Historia, cuando nos hablaban del Despotismo Ilustrado en el que el lema era “Todo por el pueblo, pero sin el pueblo”. Allá por el siglo XVIII, los Monarcas Absolutos, actuaron de forma paternalista, porque el pueblo no estaba capacitado para tomar decisiones. Cuando los intelectuales de la época defendían la soberanía popular. Pues… ¿No sé por qué me viene a la memoria? ¿Será que nuestros políticos, con el disfraz de demócratas, nos están haciendo lo mismo? Es que se parece tanto… Para rematar la faena, cobra protagonismo la TROIKA. Por lo visto eran encargados de vigilar lo concerniente a la política exterior y la seguridad común de Europa. Los “ELEMENTOS”: Comisión Europea, que debe defender los intereses del conjunto de la UE; Banco Central Europeo, cuya misión es mantener la estabilidad de precios en la zona euro; y Fondo Monetario Internacional, que debe contribuir al estímulo del buen funcionamiento de la economía mundial…. Estos tres son los que joroban a troche y moche a los países “amigos”, cuando los del G 20, las da la orden que les conviene. ¡Hay si levantaran la cabeza los fundadoresssss! Y es que la avaricia de poder no tiene límites. Cosa que no está reñida con la MEDIOCRIDAD. Y se ve a simple vista. Porque el sentido común, la inteligencia ética, no necesita de títulos universitarios siempre.
Ser abogado, ingeniero, médico, registrador, juez, economista,… eso lo que demuestra es que hay muy buena memoria y una capacidad para una materia. Pero no garantiza lo necesario para ser un estadista de ley. No asegura la grandeza de decisiones comprometidas con su liderazgo. ¡Qué bien montado lo tienen los chupópteros de turno! Lástima de tiempo y dinero que me he gastado con mis hijas. Con sólo apuntarlas en un partido político, cuando le salieron los dientes, alguna de ellas, hoy, sería alcaldesa, presidenta o…¡vaya usted a saber! Es cuestión de tragar, esperar el momento, lamer mucha solapa y “obedecer la voz de su amo”. Pero tienen dignidad. Qué pena que haya gente buena en política y que no les dejen serlo.
Si analizamos la vida nacional e internacional… ¡Esto va muy, muy, muy, muyyyyyy, mal! Puede pasar tres cosas: una guerra bacteriológica (el miedo es mu malo), que los países (impulsados por los ciudadanos) se levanten o que nos vayamos consumiendo hasta que se queden los veinte poderosos, ellos solitos en la Tierra, y legiones de serviles esclavos para uso y deleite de los listos. El gran desencanto de la UE. ¡Iba a ser el maná de los europeos! ¡Íbamos a ser un bloque compacto de ayuda mutua! Y lo que ha pasado es que somos como las cucarachas, antropófagas, que nos comemos unas a otras. Ahora es Grecia. Se nos dice: “España no es Gracias. No estamos como ellos”. Tiempo al tiempo. Mientras nos engañan… y nos engañamos. ¡¡Y de maná, ná!!
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