Es una película de 1968, protagonizada por lo mejorcito del momento en Norteamérica: Richard Burton, Clint Eastwood y Patrick Wymark, entre otros. Cuenta cómo durante la 2ª Guerra Mundial (1939-1945) un grupo de élite entra en el “Nido del águila.” ¿Y qué es este lugar? Nada más y nada menos que la casa de Hitler en Berchtesgaden, en los Alpes de Baviera. A 1.834 metros de altura y al que se subía por un elevador cubierto de oro. En la película da a entender que la toma de este lugar es realizada por los americanos (en realidad querían hacerlo ellos), pero la verdad, de la buena, es que lo hizo la 2ª División Blindada de la Francia Libre, conocida como “La Nueve” mandada por el general Leclerc, el 5 de mayo de 1945, y cuyo capitán fue R. Dronne estaba al frente de españoles. Eso sí. Algunos días después llegaron los americanos. Se preguntarán qué es la “La Nueve.”
Lo que es la ignorancia de una servidora. Cuando vi esta película me tragué, como todo el mundo, que los americanos fueron, entonces, los héroes. Pero la casualidad hizo que en un período de mi vida, en el que dirigí y presenté el programa “Aula” de Tele Vega Baja, conociera a Evelyn Mesquida. Se trata una periodista que durante treinta años fue corresponsal del Grupo Zeta en París (Tiempo) y que tuvo la oportunidad de investigar sobre los hechos acaecidos y protagonizados por un grupo de españoles en la toma de París. El motivo de este encuentro fue la publicación de su libro “La Nueve” (Ediciones B, 2008), prologado por Jorge Semprún. Ya vaticinaba entonces que a los franceses les iba a sentar muy mal: «será muy polémico», porque los franceses «están convencidos de que ellos lo han hecho todo y escuchar lo contrario no les gusta nada». Y es que la historia es de lo más interesante, ya que fueron los españoles los que entraron en París, liberando la ciudad de la tropas alemanas
La mayoría de los hombres que componían la división, tenían menos de veinte años, habían luchado en el bando republicano español en 1936. Casi todos llegaron a África desde los campos de concentración franceses. Habían marchado a Francia esperando librarse de la represión franquista, pero se vieron encerrados en campos de concentración con dos opciones: enrolarse en al Legión Extranjera o la vuelta a España. Otros se fueron en un barco que salió de Alicante el 28 de marzo de 1939 con 3.500 personas, cuando las tropas franquistas se disponían a tomar la ciudad. En ese barco viajaron, Amado Granell y Federico Moreno, futuros teniente y sargento, respectivamente, de La Nueve y de su 1ª Sección. Su destino sería el campo de trabajo de Moran, cerca de Boghari, en Argelia. Después de muchas vicisitudes, luchas y riesgos, La Nueve que entra el 24 de agosto de 1944 en el Ayuntamiento de París. Son los “cosacos” españoles los que liberan la ciudad del Sena, así los llamó su capitán, Dronne. En el desfile del día posterior, detrás del general De Gaulle iban las tanquetas: Guadalajara, Don Quijote, Badajoz, Brunete, Belchite, Madrid, etc.
La entrada en París marcó la historia de los españoles de Leclerc. Pero lo que es la vida. De todos los españoles, el que encabezó la columna que llegó al Ayuntamiento fue el valenciano Amado Granell. Nacido en Burriana en 1898, por circunstancias de la vida lo situamos en Orihuela en 1927, donde puso un negocio de bicicletas y motocicletas. Entonces era militante de Izquierda Republicana y afiliado a UGT. Cuando estalló la Guerra Civil formó parte del comité que se hizo cargo del Ayuntamiento oriolano, ayudando a salvar valiosas obras de arte del Colegio de Santo Domingo y otros templos. Lo siguiente ya lo he relatado. Amado tuvo el honor de decir: “Hemos llegado a París, manden refuerzos”, decía el mensaje que envían por radio a Leclerc.
Contada esta historia se pueden hacer una idea de mi sorpresa al saber que, cuando he vuelto a ver la película arriba mencionada, en vez de ver a Richard Burton, a quien veo es a Amado Granell y a los españoles que fueron héroes en una guerra, que como todas, son una vergüenza para la humanidad. Y lo único que queda de ellas es la desdicha y el horror por un lado, y los actos nobles y valientes por otro. Los americanos que en aquel lugar de los Alpes Bávaros fueron unos segundones, hicieron un peliculón, ¡qué” no hubiesen realizado de ser los auténticos héroes de la situación! La Nueve, un orgullo para los españoles en el mundo.
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