Dinoco-Orihuela: ¡Con los niños ni mijita!
No sé de qué me extraño con las cosas que ocurren en mi pueblo, Orihuela. Después de ver lo que pasa en el país es lógico y normal que pase lo que pasa. Yo creo que me voy a vivir a Guinea Ecuatorial y las cosas funcionan mejor. Porque ya sé a qué atenerme. Pero aquí, cuando crees que vas a mejorar ¡zas! Pues resulta que todo es peor.
No se avanza. Siempre en el mismo sitio, con lo cual se retrocede. Vivimos en un mundo aparentemente ordenado pero en el que reina un desorden, un tiempo entrópico constante del que jamás se sale. Estoy harta de estar siempre en el “Día de la marmota”. Me levanto, muy temprano creyendo que el nuevo día va a ser mejor, que las cosas funcionarán y…¡Todo es como el día anterior” ¡O como el mes anterior! ¡O como el año anterior” ¡O como la década anterior! ¡¡O peor!! Orihuela es una ciudad, perdón, “Gran Ciudad” y se supone que se desenvuelve como tal. ¡Pues no! Porque aunque tiene una vida soterrada muy intensa de cultura, ésta no sirve para nada. Porque de la cultura se puede vivir, pero no comer. Entonces lo que necesitamos son cabezas pensantes en puestos de responsabilidad. Pero no existen. En Orihuela no hay. Y no es que quieran ser malas, pensando que no quieren hacer nada. No. Pienso que es que no saben más. Aunque me pongo a observar y gentes con capacidades hay. ¡Que si! ¡Que las hay! ¡Que los conozco! Pero nadie les pregunta, no interesa. Hasta cierto punto mi indignación puede quedarse en eso, en palabrería. Pero cuando me tocan a los niños… ¡No tengo compasión! Mi boca se desborda en un torrente arrasador sin fin. ¿Me están diciendo, como si fuera tonta de baba, que lo de DINOCO no tiene solución? Como ciudadana, madre y maestra ¿Me están contando que la Atención Temprana no se va a seguir ofreciendo a los niños de Orihuela? ¿Me están argumentando que es imposible e inviable que siga dando un servicio que es un DERECHO FUNDAMENTAL? ¡Amos hombre! Seguramente están mareando la perdíz por no saber cómo recular.., Porque si no es así, si lo que ocurre es que quieren decir que NO SE HACEN RESPONSABLES DE UN DERECHO INALIENABLE DEL NIÑO/A… Es que han perdido la poca dignidad que les queda. ¡LOS NIÑOS SON SAGRADOS! Y estos todavía más. Cuando alguien asume libremente una responsabilidad, no caben excusas. Si no saben sumar, dividir, multiplicar o restar… ese no es mi problema. Deben cumplir con su deber o irse. No se puede ser autoridad sólo pata desfiles y procesiones. Es en el despacho donde se ejerce la potestad, es en las decisiones que atañen al bien común. ¿Qué sensibilidad es la de ustedes? ¿Qué mecanismos emocionales les dirigen? ¿Qué empatía manifiestan con sus ciudadanos? ¡Y eso que hay personal de profesiones relacionadas con los niños! Que si llegan a ser serradores de bosque…. No. Esto no está bien enfocao. Ustedes no están bien asesorados. El personal que les asiste no les lleva por buen camino. Y si la ciudad de Orihuela no se moviliza por sus hijos… es que no merecemos ni el pan que nos comemos. Si llegase un terremoto y se llevara a la ciudad por delante…¡Nos lo habremos merecido! Y pasando de esta frase a otra muy conocida por las Misas escuchadas. ¿Se acuerdan qué dice el evangelio? Sí. Ese, en el que nos habla Jesús de Nazaret y del que muchos presumimos seguir: “… el que no se haga como un niño, no entrará en el Reino de los Cielos”. Pues ¡Hala! A recapacitar y a decir a esos padres que, ya tienen bastante con lo que tienen, que se asume la gestión de este servicio, como acto de servicio prioritario. Y no hacer sufrir más. Porque, por si no lo saben, están haciendo sufrir a mucha gente que sin este servicio sus hijos no podrán llevar una vida mejor. ¡Háganlo ya! ¡No tarden más! Los niños no pueden perder el tiempo como ustedes.
Ante los problemas legales y administrativos que nos encontramos para gestionar este Servicio por medio de una empresa municipal, el Ayuntamiento de Orihuela debe plantearse la gestión directa por sus propios medios, decisión que el Consistorio puede tomar por medio de un acuerdo de Pleno, sin que ello suponga sobrecoste alguno para las arcas municipales en relación con la empresa municipal», resume la asociación.
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