He descubierto otra cara de la buena noticia
El otro día me tocó hablar a mis alumnos de lo que es la Iglesia. Les pregunté que qué era y, como muchos adultos, me constestaron que es el lugar donde escuchamos la Misa y vamos a rezar. Le aclaré que la Iglesia con mayúscula somos todos los creyentes en Jesús el Galileo. Igual que la Umma es la comunidad de creyentes islámicos o la Sinagoga (casa de asamblea) en el judaísmo. Los que estábamos en el aula, éramos Iglesia.
Los creyentes cristianos debemos dar testimonio desde la ocupación que elijamos: sacerdote, monja, maestra/o, medico, arquitecto, albañil, etc. Les dije que lo principal no era la ocupación, sino la coherencia. No podemos decir que somos creyentes y actuar de cualquier manera, debíamos ser coherentes en nuestra forma de pensar y actuar. Desde cualquier profesión u ocupación que realicemos. Pero… claro está, que eso es muy difícil. Luego, cuando iba para mi casa me vino a la memoria algo que hace mucho tiempo ocurrió el la Iglesia Católica y que fue una novedad y una revolución social-religiosas. ¿Se acuerdan de los curas obreros? También llamados “rojos”, porque salieron de los templos para trabajar codo a codo en las fábricas defendiendo los derechos de los obreros allá por el año 1964. Muchos de ellos fueron encarcelados por participar en actividades sindicales y es que la dictadura no entendía de derechos.
Hasta la misma institución eclesiástica los acalló, para luego darles voz. Aquel movimiento pasó. No sé si es porque hay menso curas, si son menos pro sociales o si es que los años de bonanza no dieron lugar a su presencia en el mundo del trabajo. Y es aquí a donde quiero llegar con el descubrimiento de la HOAC: Hermandad Obrera de Acción Católica. Ha sido una grata sorpresa encontrarme esta institución católica que actualmente ocupa el lugar de aquellos curas obreros junto con gran número de laicos que no pueden vivir tranquilos presenciando la injusticia y la corrupción machacando a los ciudadanos menos afortunados. Esta hermandad toca todas las teclas que hoy necesitan ser reivindicadas por que los seres humanos somos crueles e injustos. Y ahí están ellos y ellas. Pero si yo no los he conocido hasta hace muy poco, siendo creyente y curiosa, ¿qué no será los que no sean curiosos como yo en los temas de justicia social? La verdad es que no se prodigan en los medios. Y esa es la razón. Hoy día si no sales en los medios no existes.
Actualmente , muy cerca de aquí, en Callosa, forman un grupo muy active en pro de la defensa de derechos sociales y laborales. Colaborando con otras asociaciones o solos, como por ejemplo la PAH, el papel de la mujer en la empresa, condiciones y salario, inmigrantes, paro, pobreza y exclusión, etc., ayudando y luchando por una sociedad más justa desde la solidaridad, intentando seguir el mensaje del evangelio. Pero, lo dicho, si no estás en los periódicos, radios y TV, no existes.
Por eso desde mi humilde artículo, quiero contribuir a su conocimiento y su trabajo. Son los curas y laicos obreros de hoy. Ellos han cogido el testigo que quedó olvidado por las circunstancias. Pero la Iglesia laboral y social, la Iglesia Obrera no desapareció, siguió desde otras perspectiva. Por desgracia ha tenido que tomar el testigo de aquellos que en el siglo pasado lucharon por el bien común, la solidaridad y la justicia social. Es evidente que en el mundo existen muchas ONG laicas , pero también desde el mundo creyente católico se están moviendo. No han parado. Pero no se les ve. Pero ahí están, anónimos . Y yo quiero darles presencia en aquellos lugares donde no los son. ¿Quién sabe en las que nos podemos ver? Pues no estamos ni estaremos solos. Esta es una parte de la Iglesia coherente y luchadora por mor a Jesús y su evangelio . Por cierto que evangelio significa «Buena Noticia».
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