La Policía Local y el Ayuntamiento editan un díptico dirigido a agricutores con consejos para evitar los robos en el campo y en la huerta
La Policía Local de Orihuela ha ofrecido este miércoles los datos que arroja la nueva unidad puesta en marcha en las pedanías hace tres meses con el objetivo de prevenir los robos en los campos y en la huerta. Un nuevo servicio que se puso en funcionamiento el pasado 14 de septiembre con un incremento del número de agentes destinados a este fin, de 12 a 32. Los efectivos están repartidos en dos grupos encargados unos de vigilar la zona norte y otros la sur.
Desde su puesta en marcha la Policía Local ha practicado siete detenciones, y nueve comparecencias que han acabado finalmente sin detención. Los agentes han identificado a un total de 575 personas y han realizado 207 puntos de verificación de vehículos. Aunque todavía no se conocen las cifras totales de la cantidad de cítricos robados y posteriormente recuperados por la Policía, solo en las dos últimas semanas esta cifra asciende a los 200 kilos.
Estos datos han sido aportados por el responsable de Grupo Rural de Apoyo (GRA), Manuel Lorente, quien ha destacado que los vecinos de las pedanías han notado el aumento de la seguridad en la zona. De hecho son colaboradores indispensables para la labor que realizan diariamente los agentes. «Se han implicado y denuncian lo que ven”, ha señalado.
Pero los trabajos de prevención continúan y en esta línea la Policía Local, en colaboración con la Concejalía de Agricultura , ha elaborado un díptico con consejos para evitar robos en el campo y la huerta. El documento tiene por un lado advertencias para la autoprotección de los agricultores, y por otro para establecer comunicación con los cuerpos de seguridad, y se hará llegar al máximo número de horticultores.
Por ejemplo, los agentes recomiendan a los dueños de terrenos o huertos no hacer acopio de gasoil, evitar dejar el fruto recolectado en el campo o en el exterior de las instalaciones o hacer un listado de la maquinaria de la que dispone registrando su marca, número de serie, o incluso haciendo fotografías sobre la misma. En este sentido, el inspector Rate Vegara ha explicado que en caso de robo es muy difícil recuperar esos utensilios si no se tiene una señal distintiva de los mismos. «Pero lo más importante es que se denuncie cualquier hurto por pequeño que sea porque no denunciar es dar una nueva oportunidad al delincuente», ha dicho.
Puntos calientes
La extensión y dispersión de la huerta oriolana es una de los principales hándicaps con los que se encuentra la Policía Local a la hora de establecer la vigilancia. Como indica el responsable del GRA, Manuel Lorente, las zonas más sensibles a la hora de sufrir robos son aquellas «donde hay muchas fincas y poca población». Como es el caso de las pedanías de La Matanza o La Murada. Para seguir trabajando en la seguridad la Policía ha solicitado dos drones para las tareas de vigilancia, «tener una vista aérea de las parcelas facilita el trabajo», ha indicado.
Los robos en el campo se producen durante todo el año y los incrementos de los hurtos en una época u otra están muy relacionados con el valor de los productos. Los amigos de lo ajeno no solo se llevan cítricos, sino que los agentes se han incautado desde gasoil, grupos electrógenos o el preciado cobre hasta cajas de plástico. Pero todo lo que sustraen normalmente no alcanza el valor de 400 euros con el objetivo de que no se les pueda detener. «Cogen lo justo para que no se les pueda practicar la detención», ha señalado Lorente.
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