Particulares organizan redes de solidaridad para tratar de ayudar y cuidar de las personas más mayores
El estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del coronavirus ha conseguido, pese al aislamiento obligado, a que resurja la interacción en muchos vecindarios de España a través de ventanas, balcones y por supuesto las nuevas tecnologías.
Es el caso de la calle Aragón de Orihuela, donde un grupo de vecinos se han unido para poner en marcha ‘Un minuto junto a ti’, una iniciativa con la que los vecinos se dedican entre sí un tiempo a diario para conversar y escuchar especialmente a aquellas personas mayores que están solas en casa.
De esta manera, y organizados a través de un grupo de Whattsapp, vecinos ‘voluntarios’ se dedican diariamente a realizar visitas a aquellas personas que viven en su mismo edificio y están solas. Son visitas breves, que se realizan en la puerta, respetando la distancia, y con todas las medidas de seguridad pertinentes, explica uno de los promotores de la iniciativa.
“Lo primero que le preguntamos a esas personas cuando nos abren la puerta o cuando los llamamos es ¿necesitas algo?”, cuenta, y es que el objetivo de esta iniciativa “es sobre todo que nadie se sienta solo”. La soledad, de manera especial en las personas mayores, es uno de los principales problemas del confinamiento.
A través de un grupo de Whattsapp organizan que en cada edificio de la calle Aragón haya al menos un par de personas que se encargue de que los vecinos más dependientes o ancianos tengan compañía al menos unos minutos cada día. Uno de estos vecinos cuenta el caso de una mujer de 91 años que vive sola y que al principio ni quería salir al balcón a aplaudir por miedo a contagiarse y ni abría la puerta. Poco a poco sus vecinos más cercanos la fueron convenciendo de que no pasaba nada por asomarse al balcón y “ahora incluso abre la puerta para que podamos conversar unos minutos”.
Aunque la iniciativa pretende sobre todo dar compañía, la ayuda puede ir en todas direcciones y hay casos en los que vecinos suben agua, comida a personas mayores que no quieren salir a la calle, o realizan tareas de apoyo como cambiar una bombona de butano.
“Esta calle se ha unido más que nunca. Vecinos que ni nos conocíamos nos hemos hecho verdaderos amigos”, señala. Y es que seis semanas de confinamiento, más las que quedan, dan para mucho.
La calle Aragón es una de las más animadas de Orihuela y lo han demostrado durante esta cuarentena. Los domingos los vecinos salen al balcón para tomar el vermut, y ya han celebrado la Semana Santa o la Feria de Abril a su particular manera. “También salimos a leer poemas y a hacer otras actividades pero sin duda la iniciativa ‘Un minuto junto a ti’ es lo más bonito que ha surgido”, comenta.
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