La Hermandad de la Resurrección sacó a la calle su procesión, caracterizada por el Encuentro entre la Dolorosa y el Cristo Resucitado
La Hermandad de la Resurrección protagonizó la última de las procesiones de la Semana Santa oriolana, también la más alegre. La que escenifica el Encuentro entre la Dolorosa y el Cristo Resucitado en la madrugada del Domingo de Resurrección.
Un Encuentro entre las dos imágenes que este año cumple 25 años. Bodas de plata para este momento de alegría y júbilo que, cada año, congrega a cientos de personas en las inmediaciones de la Plaza Nueva.
La procesión de la Hermandad de la Resurreción partió desde la parroquia de las Santas Justas y Rufina con las talla de la Virgen Dolorosa, obra de Salzillo, abriendo el cortejo procesional, tras ella los nazarenos ataviados con túnicas blancas y la cara descubierta alumbraron al Salvador Resucitado, obra anónima.
Tras el esperado Encuentro se produce el momento de júbilo cuando un niño de la Hermandad extrae el puñal de dolor a La Dolorosa tras encontrarse con el Cristo Resucitado.
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